El Padre Julio Faes partirá a una prolongada misión a Estados Unidos
Con emotivas y esperanzadoras palabras, el Padre Julio Faes de la Parroquia Nuestra Sra. del Rosario, se dirigió a su comunidad en la celebración religiosa de este sábado, para hacerla partícipe de su nuevo horizonte. La novedad tuvo rápida repercusión, dada la estima que goza el sacerdote en la comunidad, habiendo desarrollado incluso un especial vínculo con los niños y adolescentes, con un fuerte compromiso a lo que son las problemáticas que los aquejan.
Aunque la despedida no es inmediata, fue el primer anuncio, supo FM Estación Plus Crespo. El Padre Julio expresó: "Querida familia, quiero que sepan algo. Hace un tiempo vengo rezando por una posibilidad que me da cierto temor, pero que me produce mucha paz y alegría. Estos dos últimos signos son suficientes para confirmar que esto viene de Dios: ¿Qué es?, Luego de hablar con mi Obispo y Párroco y obtener los permisos correspondientes más los trámites de la VR-1 (Religious Worker), me voy a hacer una experiencia de Misión a Illinois, Estados Unidos. En un principio por un año, con posibilidad de renovación, a la Diócesis de Peroia, una Diócesis sufraganea de la Arquidiócesis de Chicago. ¿Cuándo?, En diciembre me voy hasta las Navidades a conocer mi Diócesis, nuevo Obispo, mi Parroquia y comunidad. Vuelvo para Navidad y posteriormente a finales de enero, previa despedida de la Parroquia, me voy a comenzar mi nueva misión. No quería dejar de decirles esto, saben cuánto quiero esta comunidad y creo ya estoy empezando a cerrar varias cosas, ya que tengo que preparar el corazón para lo que se viene".
"Es un desafío muy grande para mí: otra tierra, otra cultura, pero hermanos en la fe por un mismo bautismo", dijo el cura y continuó: "¿Que iré a hacer? Mi trabajo será propiamente con los inmigrantes en los EE.UU. Ustedes saben que estos últimos años se han acrecentado notablemente los inmigrantes que dejan sus tierras para buscar oportunidades. Estados Unidos es uno de esos países donde muchos latinos necesitan de respuesta de fe y contención pastoral-espiritual. Ese será mi desafío propiamente. Por eso le pido que recen".
En esa oportunidad expresó el fuerte sentimiento por la sociedad crespense, sobre lo que señaló: "Simplemente muy agradecido a Dios por sus caminos y a esta comunidad por tanto que me dio" y fiel a su estilo, brindó una recomendación que podría desprenderse como un aprendizaje adelantado de esta etapa que atravesará: "Aprovecho esta oportunidad para dejarles un simple mensaje: la felicidad consiste en seguir lo que palpita el corazón, a veces con aciertos, otras con errores, pero jamás deberemos dejar de seguir el corazón, sino habremos hipotecado a alto precio nuestra felicidad. Mejor dicho todavía, lo que Dios siempre pensó para nosotros".
Como era de esperarse, a partir de sus palabras, el sacerdote comenzó a recibir las muestras de afecto y buenos augurios.