En el marco de la baja de casos de coronavirus en el país, el Gobierno anunció la flexibilización de medidas de control para para combatir la pandemia iniciada en marzo de 2020.

Entre las nuevas medidas, se destaca que ya no será necesario sostener el control de temperatura corporal, el rociado de manos con alcohol en los accesos a edificios, los turnos programados, las sanitizaciones y otras medidas adicionales, "a menos que se entiendan fundamentales para el desarrollo de la actividad".

Las únicas recomendaciones que deben mantenerse, dice el comunicado, son las de utilizar tapabocas en espacios compartidos cerrados y abiertos (solo no es obligatorio su uso cuando se circula al aire libre a más de dos metros de distancia de otras personas), mantener la distancia mínima de dos metros entre personas, asegurar una adecuada ventilación cruzada y continua en los ambientes, así como mantener el lavado frecuente de manos.

La recomendación para modificar y actualizar los protocolos sanitarios, explica el comunicado, incluye actividades económicas, bancarias, industriales, comerciales, de servicios, turísticas, religiosas, culturales, deportivas, recreativas y sociales, publicó Clarín.

A partir de las coberturas de vacunación contra la COVID-19 –con el 58,9% de la población con esquema completo y el 91,5% de los y las mayores de 18 años con esquema iniciado–, de la estabilidad de los casos en un número bajo y la disminución de las hospitalizaciones y las muertes por más de 23 semanas consecutivas, el Ministerio de Salud de la Nación decidió actualizar los protocolos sanitarios y adaptarlos a esta nueva situación epidemiológica.

De todos modos, las instituciones y demás organismos podrán establecer las medidas que entiendan pertinentes y necesarias para el desarrollo de cada actividad en particular y tendrán la posibilidad de instrumentar medidas sanitarias adicionales según la actividad.

En consecuencia, ya no será necesario sostener el control de temperatura corporal, el rociado de manos con alcohol en los accesos a edificios, los turnos programados, las sanitizaciones y otras medidas adicionales, a menos que se entiendan necesarias por una situación específica de la realidad sanitaria en un determinado lugar.