Apenas el Banco Central dio a conocer las nuevas medidas de restricciones a las importaciones, los celulares de los funcionarios que trabajan con Miguel Ángel Pesce empezaron a sonar para pedir precisiones. Los grandes empresarios reflejaron una fuerte preocupación respecto de la nueva situación en el frente cambiario, donde prevén que los plazos que trata de fijar la autoridad monetaria no cuadran dentro de la operatoria del comercio exterior. Algunos piden reducir los plazos para acceder el Mercado Único y Libre de Cambios de 180 a 90 días.

El primero en reunirse con Pesce fue Daniel Funes de Rioja, el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA): “El acceso a insumos importados es clave para que el proceso productivo no se detenga. La industria está aportando desde la agregación de valor, la inversión y la generación de empleo para que Argentina transforme la recuperación en crecimiento”, expresó el empresario tras la reunión. El empresario dijo que desde la UIA quieren "seguir por ese camino que para nosotros implica la continuidad de todos los procesos productivos”. En la versión del Banco Central, “se acordó generar una mesa de diálogo con la UIA para mejorar la regulación sobre el pago de las importaciones, en la búsqueda de optimizar los recursos para sostener el crecimiento de la economía”.

Martín Cabrales, el reconocido empresario del café, le dijo a Ámbito que está pidiendo "que bajen el plazo de 180 días a 90 como ocurre con otros sectores”. “El café es una materia prima que hay que importar porque no se produce en el país”. “Nosotros generamos valor agregado y sustituimos importaciones. Hacemos las cápsulas de café expreso”, señaló el empresario. Cabrales dijo que “la solución la va a dar el ministro Daniel Scioli” ya que, según precisó, “para nosotros 180 días es inviable”.

En cambio, la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), destacó que las medidas anunciadas por el Gobierno Nacional para administrar las divisas “no afectarán a las Pequeñas y Medianas Empresas, y que estas podrán contar con los insumos necesarios para seguir produciendo”.

En este sentido, desde la entidad empresaria se precisó que “es necesario que las empresas demuestren transparencia a la hora de importar y que no se generen excesos". "Además, se precisó que las compras al exterior solicitadas por las pymes deberán representar un porcentaje de la facturación para justificar que se agrega valor al producto final”, añadió CGERA.

Por su lado, Miguel Ponce, titular del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI, asesor de empresas del interior del país, sostuvo que “actualmente los pagos en la mayoría de los casos se está haciendo contra culata de camión”, por lo cual consideró “que no parece viable que a una empresa la financien con el riesgo país en el nivel en el que está”.

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