Finalmente, sucedió lo que podía caer por decantación pero se estiró más de la cuenta. Jorge Sampaoli ya no es el entrenador de la Selección Argentina. Su salida se arregló en una suma mucho menor a la que se debía pagar si lo echaban, y un poco más alta a la que debían abonar si esperaban hasta la Copa América del año que viene. El acuerdo fue en dos millones de dólares. Falta la firma. Y chau Sampa. Final de un ciclo que ya no tenía vida.

"¿Cuánto quiere para irse?", le preguntó directamente Chiqui Tapia al abogado de Sampaoli, cansado de las idas y vueltas. Más allá de que el presidente había declarado que el Zurdo de Casilda todavía tenía contrato y lo esperaba ver dirigiendo el Sub 20 de L’Alcúdia ("los hombres de bien cumplen su palabra", declaró), parece que no hubo manera de arreglar algo que estaba roto por todos lados.

Si al volver de un Mundial malo desde todo punto de vista lo echaban de una, la suma que debía abonar la AFA superaba los ocho millones de dólares. Si lo aguantaban hasta la Copa América 2019, la cláusula bajaba a un palo verde. La negociación por parte de la AFA arrancó en los cuatro millones. Analizando esos números, que el arreglo sea por USD 2.000.000 no parece mal negocio para Tapia, Angelici y compañía, publicó Olé.

¿Y Ahora?

A barajar y analizar opciones. Ver los que pueden y/o los que quieren. No volver a tropezar en una idea que trajo más dolores de cabeza que alegrías. Se van a tirar nombres, eso está claro. Que Simeone, que Pochettino, que Gallardo, Que Almeyda, que Gareca, que Pekerman... Hay que pensar en el bien de la Selección.