Francisco: la bendición a parejas homosexuales "busca mostrar la cercanía de la Iglesia"
El papa Francisco defendió este viernes la declaración vaticana que en diciembre aprobó las bendiciones a parejas homosexuales y aseveró que la intención es la de "mostrar la cercanía de la Iglesia" a quienes "buscan ayuda" para un camino de fe y que se trata de un gesto "hacia la persona, no hacia la unión".
"Las bendiciones pastorales y espontáneas buscan mostrar concretamente la cercanía del Señor y de la Iglesia a todos aquellos que, encontrándose en situaciones diferentes, piden ayuda para continuar, a veces para iniciar, un camino de fe", planteó el pontífice al recibir a los miembros del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el ente que publicó en diciembre la declaración "Fiducia Supplicans" que abre la puerta a las bendiciones a parejas homosexuales.
"Me gustaría subrayar brevemente dos cosas: la primera es que estas bendiciones, fuera de cualquier contexto y forma litúrgica, no requieren perfección moral para ser recibidas", añadió luego el Papa ante el ente que dirige el cardenal argentino Víctor Manuel "Tucho" Fernández.
"El segundo, que cuando una pareja se acerca espontáneamente a pedirlo, no se bendice la unión, sino simplemente las personas que lo han solicitado juntas. No la pareja, sino las personas, naturalmente teniendo en cuenta el contexto, las sensibilidades, los lugares en los que se vive y las formas más adecuadas de hacerlo", sostuvo Francisco.
Las palabras del pontífice son un fuerte gesto de apoyo a la declaración que fue resistida por obispos conservadores de todo el mundo, especialmente en África, donde rechazaron bendecir a parejas "irregulares", entre ellas las de personas del mismo sexo, consignó la agencia Télam.
En el encuentro de este viernes, Francisco convocó a los miembros del Dicasterio guardián de la ortodoxia a "reflexionar nuevamente y con mayor pasión sobre algunos temas", como por ejemplo "el anuncio y la comunicación de la fe en el mundo actual, especialmente entre las generaciones más jóvenes; la conversión misionera de estructuras eclesiales y agentes pastorales; las nuevas culturas urbanas, con su carga de desafíos pero también de nuevas cuestiones de significado; finalmente y sobre todo, la centralidad del kerigma en la vida y en la misión de la Iglesia".