El gobierno de Italia informó este lunes que hay siete muertos en el país por coronavirus, mientras hay 219 infectados, sobre todo en las regiones norteñas de Lombardía y Veneto.
 
La séptima víctima fatal es un hombre de 80 años que se encontraba internado en el hospital Sacco de Milán. Oriundo de Castiglione d'Adda, había sido trasladado por un infarto al hospital de Lodi el mismo día que llegó a esa institución el paciente de 38 años que resultó ser el primer positivo al virus.

El sexto deceso una mujer internada en el hospital de Brescia, ingresada como paciente oncológica, lo que refuerza la similitud del perfil de las víctimas: personas mayores de edad o con patologías previas.

Apenas pasado el mediodía local, el jefe de la Protección Civil italiana, Angelo Borrelli, había informado que había cinco muertos y 219 infectados. El quinto fallecido fue un hombre de 88 años, oriundo de la región de Lombardía.

A primera hora se había notificado de la cuarta víctima: un paciente de 84 años que se hallaba internado en el hospital Papa Juan XXIII de la ciudad de Bérgamo y presentaba "otras patologías previas".

Mientras tanto, en la región sureña de Basilicata informaron que se aplicará la cuarentena domiciliaria obligatoria de 14 días para quienes lleguen desde las regiones del norte del país, como Lombardía o Veneto.

En el marco del aumento de casos de coronavirus, la comisionada Europea para la Salud, Stella Kyriakides, confirmó que este martes llegará a Italia una misión conjunta del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades y la Organización Mundial de la Salud, "de acuerdo con las autoridades italianas".

Por la propagación de los contagios, desde este lunes permanecen cerradas las escuelas y universidades en las regiones de Piemonte, Veneto, Friuli Venezia Giulia, Trentino Alto Adige y Lombardia, donde además la Iglesia decidió suspender las misas.

Mientras tanto, según el diario Repubblica, se estrecha el cerco en torno al "paciente cero" que dio origen a la propagación del virus y podría ser un agricultor de 60 años del Veneto que estuvo en Codogno, el principal foco del coronavirus en Italia, para presentar un libro.