En un contexto en el que creció exponencialmente la conectividad, debido a los nuevos hábitos que impuso la pandemia de coronavirus el año pasado, en el que primaron el aislamiento y el distanciamientos social como modo principal para evitar contagios ante la inexistencia de vacunas en ese momento, también proliferaron las denuncias en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi): en total fueron 504, prácticamente el doble que años anteriores. 
En base a ellas, a través de un informe de su Observatorio de la Discriminación en Internet, el organismo identificó los distintos tipos de discursos sociales discriminatorios y de odio que se manifestaron en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) a través de distintas plataformas.
El dicho análisis advirtieron que “2020 fue particularmente afectado por dos fenómenos sociales”, y explicaron: “Por un lado todo aquello relacionado con la salud, como es lógico; por el otro, como resultante sintomática de época, distintos tipos de manifestaciones imbricadas con la ideología, expresiones que surgen, se enmarcan y abonan a lo que hemos propuesto caracterizar como parte de una cultura del odio”.

También de los datos relevados se desprende que entre los diferentes grupos que hicieron presentaciones por cuestiones de género, el 62,6 % corresponde a las personas pertenecientes a la comunidad LGBTTIQ+, mientras que el 31,9 % restante corresponde al grupo de las mujeres.

“Para las personas pertenecientes a la comunidad LGBTTQ+, los tipos de discriminación que aparecen relacionados en las presentaciones fueron: orientación sexual (44,3%), identidad de género (36,1%), género sin especificar (13,1%) e ideología (6,6%)”, indica el relevamiento.

Julián Ríos, delegado del Inadi en Entre Ríos, confirmó que en la provincia la mayor cantidad de presentaciones y consultas son efectuadas generalmente por hechos de discriminación al colectivo trans.

También hizo referencia al canal de comunicación por el que preponderaron los actos discriminatorios más frecuentes: “Seguimos recibiendo presentaciones. Las mayores consultas y denuncias que hemos recibido es respecto al Tik Tok”, dijo, en referencia a la aplicación de redes sociales que permite grabar, editar y compartir videos cortos, de 15 a 60 segundos, con la posibilidad de añadir fondos musicales, efectos de sonido y filtros o efectos visuales, y que se puso de moda en el país durante la cuarentena.

Sobre este punto, precisó: “Hubo un aumento de lo que es el uso de esta aplicación y también de lo que es discriminación a través de ella, realizando burlas por temas como orientación sexual, violencia de género, cuestiones ideológicas, y ni hablemos de política, un ámbito en el que se ha naturalizado que en las campañas haya comentarios discriminatorios entre referentes políticos”.

No obstante, en concordancia con lo que ocurre a nivel nacional, en las demás redes sociales con uso más arraigado en la región, como Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp, también se reflejan actos de discriminación de todo tipo. “Esta semana recibimos una denuncia sobre discriminación expresada a través de los estados de WhatsApp”, mencionó Ríos.

Si bien muchas veces las manifestaciones discriminatorias a través de estos canales pueden provenir desde perfiles apócrifos, creados para poder esparcir términos agresivos o excluyentes con mayor impunidad, el delegado provincial del Inadi observó: “No siempre provienen de usuarios anónimos, hay gente que se manifiesta en las redes sociales con su verdadero nombre y apellido”.

Esta situación muchas veces se comparte debido a que existen tendencias a discriminar a partir de la naturalización de alguna idea respecto de un tema, como por ejemplo la existencia de solo dos orientaciones sexuales, hombre y mujer, que imperó durante largo tiempo. Y si bien hubo numerosos avances para lograr el reconocimiento de los derechos de la comunidad LGBTTYQ+, todavía estos avances son resistidos por grupos religiosos o determinadas franjas de la sociedad.

Al respecto, en su informe el Observatorio de la Discriminación por Internet concluyó: “La desnaturalización de estos discursos y sus prácticas derivadas empieza con la defensa irrestricta de la diversidad cultural como baluarte de los derechos humanos. Es a través de la resignificación de la alteridad, como reemplazo necesario de la diferencia por la diversidad y de la cultura del odio por una de la empatía, que vemos el punto de partida”.

Pasos a seguir
Ante estos hechos, además de solicitar asesoramiento en el Inadi para constatar si hay o no un acto de discriminación, desde el organismo aconsejan a los usuarios hacer rápidamente la denuncia ante la red social en la que se vio afectado, en base al incumplimiento de la política de cada aplicación o red social. “No existe una normativa con la que se pueda condenar específicamente esos hechos. De todas maneras, cuando ya hay violencia inmediatamente enviamos al usuario del servicio a que haga la denuncia en la Policía Federal”, aclaró.

“Cuando una persona se siente discriminada tiene que llamar a la línea gratuita 168, que funciona de 9 a 18, para hacer la consulta. Desde allí se la guía y se verifica si corresponde la denuncia en el Inadi o a otra área vinculada al Derecho Laboral, la violencia de género o el maltrato infantil, que ya no es nuestra competencia”, indicó Ríos. Por último, señaló: “Trabajamos articuladamente. Cuando verificamos un acto de discriminación, lo que se hace primero es un encuentro entre las partes para ver si se puede llegar a un acuerdo para remediar el hecho. Si no se llega a un acuerdo, se dictamina la derivación a Inadi Central”.

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