En los últimos meses, el río Paraná como escenario liberado para las operaciones de narcotráfico  a gran escala ha sido noticia local, nacional y mundial. Desde los cargamentos de cocaína secuestrados en Rosario y en Europa, hasta la droga incautada a un puestero de una isla en Gaboto. Casos descubiertos del lado de la costa santafesina, pero que han tenido como base operativa la zona de islas, tanto las pertenecientes a Entre Ríos como las de la vecina provincia. Recientemente, una sentencia a un grupo de pescadores que vendían cocaína y marihuana en la localidad de Coronda, se conoció que la Prefectura de Diamante había elaborado un informe en 2020 sobre los movimientos de narcos en las islas. Algo que se venía mencionando desde varios años atrás con varios personajes señalados, pero nunca juzgados.

La investigación iniciada por la Fiscalía Federal de Santa Fe apuntaba inicialmente a una banda de narcomenudeo de Coronda, ciudad ubicada 50 kilómetros al sur de la vecina capital, integrada mayormente por pescadores. Luego se pudieron observar movimientos y conexiones del principal sospechoso en la zona de las islas, donde habitualmente trabajaba. Martín Miguel Méndez tenía embarcaciones en la que transportaba la droga, de la cual se aprovisionaba desde las barcazas que paraban en el río y donde tenía una ranchada.

Allí fue cuando la Fiscalía incorporó al expediente un informe de la Prefectura Naval de Diamante, que realizó averiguaciones en la zona y luego de consultar a los lugareños que frecuentaban las islas, tanto pescadores como puesteros que cuidaban el ganado, advirtió que lo que era un secreto a voces desde hacía mucho tiempo, era una realidad, publicó UNO.

“En horas de la noche, buques de gran porte que vienen navegando aguas abajo reducen la marcha y se recuestan sobre la costa, momento donde se acercan embarcaciones rápidas y cargan unos paquetes/bultos (presumiblemente sustancia ilícita) que son tirados de arriba del buque”, indicaba parte del informe elaborado por el personal de la fuerza federal.

Sobre los movimientos constatados, agregaron: “Estas embarcaciones rápidamente se alejan del lugar e ingresan a los arroyos para no ser vistos por persona alguna. En la zona de islas es donde almacenarían el material ilícito para ‘enfriarlo’ y posteriormente en su mayoría con pescadores, que son las personas que frecuentan el río y conocedores de la zona, llevarían esta sustancia para introducirla en la ciudad, a quienes se le ofrecería dinero para realizar dicha maniobra”.

Profundizaron la causa personal de la Delegación de Inteligencia e Investigación Criminal de Prefectura Naval y a la Agencia de Investigación Criminal de la Policía de Santa Fe. Según se lee en el expediente, “un reporte investigativo corrobora las primeras pesquisas y señala que el principal investigado frecuentaba las zonas de islas y costas de Santa Fe y de Entre Ríos, navegando en embarcaciones tipo ‘tracker’ los arroyos El Amarillo (progresiva km 533 aproximadamente del río Paraná) y Las Tejas (progresiva km 550 aproximadamente del río Paraná) y la laguna Coronda”.

Luego de determinar los lugares donde operaba la banda, desde las ranchadas en las islas hasta los domicilios de venta de drogas, en noviembre de 2020 se realizaron los allanamientos a cargo de Prefectura. En una isla encontraron a Méndez, junto a cuatro cómplices, y tenían allí marihuana y una gran cantidad de dinero en efectivo, que rondaba los 400.000 pesos.

Asimismo, se requisó y se secuestró la embarcación Tracker Virgin 620, con motor Mercury Marine HP, que era utilizada por el pescador para el traslado de la droga según se advirtió en la investigación.

“Es relevante señalar que desde el inicio de las actuaciones prevencionales Méndez fue sindicado como el protagonista de la actividad ilícita desarrollada, habiéndose registrado movimientos compatibles con la venta al menudeo de estupefacientes en su residencia y en los viajes efectuados a la zona de islas, luego de los cuales se descargaban bultos que eran trasladados de un lugar a otro”, aseguró el Tribunal Oral Federal en la sentencia.

A su vez, surgió en la pesquisa que había otra persona que coordinaba tareas de provisión de drogas en las islas frente a Diamante: el mecánico Adrián Baudino. Según las conclusiones del fallo judicial, se demostró a través de escuchas telefónicas “su accionar tendiente a comercializar el estupefaciente que en su parte provenía de la zona de islas que frecuentaba Méndez, a la que Baudino también concurría y en la que permanecía ocasionalmente”.

Y agregó que “un reporte de Prefectura concluyó que el nombrado coordinaba el intercambio de droga cuando se encontraba en dicha zona, para ser entregado en la costa de la localidad de Coronda”.

Lo que surgió en esta investigación, es muy similar a las operaciones del narcotráfico que hace tiempo observan lugareños en la zona de islas, tanto frente a Diamante como a Victoria, Paraná y La Paz, con socios que se dedican a la distribución de la droga en Entre Ríos, aprovisionando así a las bandas locales.

“Leo” Airaldi, tachando los días para quedar libre
Uno de los personajes entrerrianos que es frecuentemente señalado por sus presuntos vínculos a la actividad delictiva en las islas frente a Diamante, sobre todo en la zona de Las Cuevas, es el productor agropecuario Leonardo Airaldi, quien fue detenido en la madrugada del domingo 24 de julio en la ciudad de Rosario por portación de armas.

Cabe recordar que Airaldi había quedado salpicado en una de las causas que investigó y condenó al jefe narco de Paraná, Daniel Tavi Celis. Un tráiler de su titularidad fue hallado al ladro de un cargamento de más de una tonelada de marihuana que se encontró en la zona norte de Paraná, en 2015. Desde entonces, se mencionaba que el productor que fue titular de la Sociedad Rural de Diamante, con una gran influencia en la policía local, era amo y señor en la zona de las islas, sobre todo en aquellas donde explota la producción ganadera.

No se tenía noticias de Airaldi desde hacía varios años, hasta que hace un mes y medio quedó preso por la portación de armas en Rosario. Mientras se investigan sus vínculos en dicha localidad, ante la hipótesis de haber estado inmiscuido en un posible negocio de cambio de armas por cocaína, en menos de dos semanas vencerá la medida cautelar que le impuso la Justicia de 60 días de prisión preventiva. Por el momento, no hay novedades de que su situación se complique en relación a las versiones mencionadas en la causa.