Policía y Gendarmería frente a las adicciones de uniformados

Hoy en la Argentina hay un alto nivel de consumo de estupefacientes en distintos sectores de la sociedad, por lo que esta problemática también se sufre en las fuerzas de seguridad. Con este panorama, se conoció que tanto la Policía de Entre Ríos, como Gendarmería Nacional tratan de enfrentar el tema de las adicciones con aspectos preventivos y tratamientos adecuados para la contención. A los controles internos, se le suman jornadas de capacitación y prevención para uniformados y sus familiares.

La totalidad de las fuerzas de seguridad cuentan con protocolos exigentes en los cuáles se prohíbe el consumo de todo tipo de sustancias tóxicas ilegales, por lo que en caso de ser detectados, y con el fin de cumplir con la ley de Salud Mental, es que deben ser contenidos y asistidos con tratamientos adecuados. El problema que surge entre los uniformados, que en una proporción que preocupa a los jefes, los afectados por la ingesta de sustancias, siguen con las adicciones y en varios casos se ligaron con las organizaciones que comercializan drogas. Es allí donde el tema penal se incluye, en medio de la contención interna que deriva o en el retiro del asistido o bien en la baja de la fuerza.

Prevención y efectos

Se conoció que este martes 9 de mayo en el auditorio del Consejo General de Educación (CGE) en Paraná, se realizará una jornada de capacitación de prevención de adicciones que es organizado por la Gendarmería Entre Ríos.

La idea de la fuerza federal, es que sus uniformados y familiares conozcan lo más importante vinculado al consumo de sustancias prohibidas.

En el marco de una iniciativa del Gabinete Psicológico de la Agrupación 5º Entre Ríos de Gendarmería Nacional, se avanzará con la actividad que estará a cargo de Pablo Cymbalista, quién es abogado, especialista en prevención de adicciones, autor del libro “Hablemos de Adicciones” y ex miembro de la Secretaría de Lucha Contra las Adicciones.

En la capacitación se abordaran diversos puntos referentes a esta temática como ser los modelos de estrategias preventivas, reseñas sobre características y efectos de las sustancias más consumidas, aspectos legales y herramientas de abordaje.

La actividad está dirigida a todo el personal de la agrupación y a su vez se hizo extensiva la invitación a familiares de los gendarmes y retirados de la fuerza nacional.

Al respecto Cymbalista expresó a UNO su satisfacción por esta iniciativa ya que "es fundamental y muy valioso que una fuerza como Gendarmería, que realiza una impecable tarea de lucha contra el narcotráfico y que cumple con diversas tareas esenciales dentro de la comunidad, se interese por capacitar a su personal en lo que es el otro lado del fenómeno narco que son las adicciones, interiorizándose sobre todo en algo tan importante como es la prevención y las diferentes estrategias que pueden tomarse en ese aspecto, sobre todo si se tiene en cuenta el rol protagónico que tiene esta fuerza en la temática".

Asimismo, este tipo de acciones también buscan generar lazos con los diferentes actores que intervienen en la temática a fin de poder realizar un abordaje integral en pos de mejorar la situación problemática que hoy se vive respecto del narcotráfico y el consumo.

Desde Gendarmería, las autoridades indicaron que hasta la fecha no se detectaron en los controles internos la existencia de uniformados con problemas de adicciones.

Protocolo interno

Otra fuerza que profundizó desde 2019 los controles internos severos, fue la Policía de Entre Ríos. En ese marco, el jefe de Policía Gustavo Maslein y la plana mayor, en conjunto con autoridades médicas, legales y de los equipos interdisciplinarios conformaron un protocolo inédito en las fuerzas de seguridad.

Se concretaron análisis y controles a los aspirantes a ingresar a los institutos policiales, como también test y monitoreos a los uniformados que tengan poco o mucho tiempo dentro de la Policía.

Se informó por parte del director de Asuntos Internos Marcelo Claucich, que "estos controles están a cargo de cada dependencia policial donde cumplen funciones todos los uniformados. Tales monitoreos se coordinan con los médicos de la institución y de Química Forense, que efectúan los análisis de orina para investigar si aparecen sustancias tóxicas en el organismo".

"Si llegara a dar positivo, el funcionario es derivado con la asistencia médica interna hacia un centro asistencial, para continuar con el proceso de análisis y verificar si está en condiciones de poder seguir trabajando en esa área policial", explicó el comisario para indicar: "Siguiendo el protocolo, si ese uniformado está en la parte operativa y porta arma, debe entregarla, se lo releva transitoriamente de las tareas, y queda bajo el seguimiento de la Junta Médica, que es la que evalúa el tratamiento a través del equipo interdisciplinario interno, y que en caso de ser necesario se lo deriva a otros vectores externos para su mejor tratamiento, tal como lo marca la ley".

Recordó que todo policía sabe que el consumo de este tipo de adicciones están prohibidas en la institución, por lo que en caso de ser detectadas, se considera como una falta administrativa que puede ser grave o no. Para ello se habilita un sumario interno "para analizar si se está frente a una persona que consume esporádicamente y a modo recreativo, o si hay un proceso de adicción más severo que lleva a tener que realizar el tratamiento médico con supervisión de especialistas que definirán si ese uniformado puede seguir siendo apto para la tarea policial o no".

En este proceso, interviene la Junta Médica de la Caja de Jubilaciones que deberá determinar los parámetros para que pueda pasar o no a retiro por el problema de las adicciones. También está el camino que se determine que el consumo no puede ser contemplado por la ley jubilatoria. "Esto ocurre, si se comprueba que el uniformado, ingresa a la cadena de comercialización de los narcos, y al adquirir las sustancias, viola su estado policial", valoró el director de Asuntos Internos.

El protocolo, prohíbe y veda todo tipo de consumo de drogas ilícitas a cualquier funcionario, como a los aspirantes de la Escuela de oficiales y suboficiales. Esto lleva a que en el proceso de ingreso y de la carrera , por lo que quedan excluidos del ingreso.

Se hizo saber desde la Policía que desde la aplicación del protocolo, se detectaron en los años sucesivos entre tres y cuatro casos al año, que se aplica la contención existente, llegando en casos aislados a disponerse la baja del servicio.

En tanto, desde la Agrupación V, se confirmó que hasta la fecha, no se detectaron en los controles internos, uniformados que padezcan estos inconvenientes vinculados a las adicciones de sustancias prohibidas.