La industria pyme cayó 17,8% interanual en julio y una de cada cinco empresas del sector ya tiene problemas para pagar salarios
A pesar de las expectativas de recuperación, la actividad pyme cayó 17,8% anual en julio y acumula una retracción de 18,6% en los primeros 7 meses del año. Respecto a junio, la producción bajó 1,8% y el 19,3% de las pymes (prácticamente una de cada cinco) tuvo dificultades para pagar salarios, según el informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
“Se trata del octavo mes consecutivo en caída, en un mercado donde los precios se han estabilizado pero la pérdida de poder adquisitivo continúa afectando la demanda interna. Este escenario se agrava por las dificultades en el acceso al financiamiento y los altos costos operativos, lo que coloca a muchas pymes en una situación difícil y con márgenes de rentabilidad estrechos”, señaló la entidad.
La Unión Industrial Argentina (UIA) ya había alertado también esta semana que casi el 40% de las empresas registró caídas en los niveles de producción, merma que predominó en 9 de los 12 sectores relevados.
Los seis sectores manufactureros pymes que componen el índice tuvieron fuertes caídas en la comparación anual, siendo los más afectados “Químicos y plásticos” (-27,5%), “Papel e impresiones” (-26,9%) y “Metal, maquinaria y equipo” (-18,2%).
En el acumulado del año, la mayor retracción se registró en “Químicos y plásticos” (-26,6%), seguido por “Metal, maquinaria y equipo” (-21,3%) y “Papel e impresiones” (-21,2%).
Alimentos y bebidas
El sector registró caídas de 14,9% anual a precios constantes en julio y de 2,6% mensual. Para los siete meses del año acumula una baja de 17% anual. Las industrias operaron con el 61,6% de su capacidad instalada, niveles muy bajos para un sector que tradicionalmente ha sido más resistente a las fluctuaciones económicas. Las empresas están produciendo muy por debajo de su potencial. Esto afecta su rentabilidad y obliga a mayores esfuerzos para sostener el personal y las inversiones.
Las empresas vienen reduciendo sus niveles de stock aprovechando, además, la estabilidad de precios. Se produce en función de un mercado más pequeño y el 24,4% de las empresas manifestó problemas para pagar salarios en julio.
Textiles e indumentaria
La producción textil se retrajo 5,2% anual en julio y 4% frente a junio en la medición sin estacionalidad. Para los siete meses del año acumula una caída de 3,3%. Las industrias operaron con el 60,9% de su capacidad instalada, muy por debajo de lo que fue el primer semestre, donde se promedió un 70%. El 24,5% de las empresas del sector también manifestó problemas para pagar salarios en el mes.
“Hay menos pedidos de producción y a las empresas les está costando mantener la estructura fija. Algunas comenzaron a prestar más atención al reciclado de los desperdicios tratando de obtener un mercado adicional. Pero hay menos rotación de prendas en las familias y la industria lo está sintiendo tanto como el comercio”, aseguró CAME.
Maderas y muebles
En julio el sector se retrajo 16,9% anual a precios constantes y 1,5% en la comparación mensual desestacionalizada. En el período enero-julio la actividad cayó 17,9% en comparación al mismo período del año pasado.
Durante julio las industrias operaron con el 60,9% de su capacidad instalada, lejos de los niveles del primer semestre, donde se ubicó hasta 14 puntos arriba. Con niveles de actividad tan bajos, el 19,2% de las empresas tuvo problemas para pagar salarios.
“Las empresas consultadas advirtieron por el descenso persistente de la actividad y el aumento de los costos de producción. La caída en el poder adquisitivo de los consumidores ha reducido el gasto en bienes durables como son los muebles, que tradicionalmente se demandan en épocas de mayor bonanza. Si bien hay menos faltantes de insumos, los precios de las últimas semanas del mes mostraron un aumento que preocupó a algunas empresas”, indicó CAME.
Metal, maquinaria y equipo, y material de transporte
El sector tuvo una contracción anual de 18,2% en julio a precios constantes y de 0,5% en la comparación mensual desestacionalizada. En lo que va del año acumula una caída de 21,3% frente a 2023. Las industrias operaron al 59,1% de su capacidad instalada y el 14,6% de los encuestados tuvo problemas para pagar salarios.
“Industrias consultadas se mostraron preocupadas por los incrementos en el costo de la energía y por la carga impositiva, que se hace pesada en el actual contexto recesivo. Si bien hay sectores más golpeados que otros, en general todos manifestaron pérdidas de producción. Las empresas están tomando medidas para adaptarse a la nueva coyuntura, pero la magnitud de los problemas sugiere que se necesitarán políticas de apoyo específicas para reactivar al sector y evitar un mayor deterioro”, consideró el informe.
Químicos y plásticos
En julio, el sector experimentó una significativa contracción de 27,5% anual a precios constantes y de 2,2% en la comparación mensual desestacionalizada. Para los siete meses del año la producción acumula una caída de 26,6% frente a los mismos meses de 2023. Durante este mes, las industrias operaron con el 60,5% de su capacidad instalada, mientras que el 19,4% de las empresas tuvo problemas para pagar salarios.
A su vez, algunas manifestaron dificultades para conseguir insumos y observaron subas de precios significativos para el sector. Las que tienen mercados internacionales reportaron mejores tasas de actividad que el resto. Los sectores vinculados a la construcción estuvieron entre los más golpeados.
Papel e impresiones
La actividad del sector se retrajo 26,9% anual, pero mostró un repunte de 0,2% en la comparación mensual desestacionalizada. Es el único sector que creció en el mes. En los primeros 7 meses del año acumula una caída de 21,2%.
Las empresas operaron con el 62,8% de su capacidad instalada y el 13,7% tuvo problemas para pagar salarios en el mes de julio.
Más allá de la caída generalizada en la demanda, el sector enfrenta una disminución estructural por la creciente digitalización. Con más consumidores y empresas optando por soluciones digitales en lugar de impresiones físicas, la demanda de papel y productos impresos viene disminuyendo sustancialmente.
Qué piden las pymes
En el relevamiento, CAME detectó que para las empresas la reducción de la carga fiscal es la medida de apoyo más urgente requerida, con el 58,8%, marcando la necesidad de disminuir impuestos nacionales, provinciales y tasas municipales. Consideran que una reducción impositiva podría liberar recursos financieros para mantener operaciones, invertir en crecimiento y mejorar la competitividad.
Además, el 13,6% de las empresas advirtieron sobre la necesidad de políticas que estimulen la demanda interna para reactivar el consumo y sostener la producción. “Sin una demanda sólida los incentivos fiscales por sí solos no serían suficientes para revertir la tendencia negativa en la actividad manufacturera”, aseguran.
En tanto, otro de los reclamos se relaciona con la importancia de crear incentivos para la contratación de personal.
“Las empresas manifiestan estar produciendo en un entorno donde la demanda insuficiente, los altos costos y las dificultades financieras se combinan para crear un escenario complicado. Los principales obstáculos que enfrentan en estos momentos tuvieron como protagonista con el 39,3% a la falta de ventas, mientras que el 37,2% se refirió a los altos costos de producción y logísticos, el 12,2% a la falta de acceso al financiamiento y otro 5,9% a los problemas de cobranza”, indicó.
En este contexto, el 33,4% de los encuestados tuvo que reducir gastos operativos en los últimos meses, otro 23,9% diversificó sus productos y el 15,9% tuvo que reducir la cantidad de horas laborales.
Por último, el 19,3% de las industrias pyme presentaron problemas para pagar salarios (sin incluir aguinaldo u otros conceptos). Los sectores más afectados fueron “Textil e indumentaria” y “Alimentos y bebidas” con tasas de dificultades del orden del 24,5% y 24,4%, respectivamente. “Papel e impresiones” presentó los menores conflictos, con 13,7%.
Infobae