Horacio Vechetti: "Trabajar cumpliendo un rol social es un gran honor"
Cada 16 de noviembre, el calendario de efemérides celebra el Día Nacional del Empleado Judicial, fecha que persigue reivindicar la labor diaria de aquellas personas que son soportes, facilitadores y ejecutantes del servicio de justicia; ni más ni menos que quienes hacen posible que una persona acceda a un derecho y/o recupere uno que le fue vulnerado.
En Crespo, el actual Juzgado de Paz con competencia en Familia, cuenta con una magistrada y 7 empleados judiciales. Horacio Vechetti es el trabajador con mayor antigüedad de desempeño en los Estrados locales, quien en la antesala a esta fecha particular y en diálogo con FM Estación Plus Crespo, manifestó: "Desde hace casi 24 años, el Juzgado de Crespo es mi lugar de trabajo, pero no solamente como espacio físico, sino que me ha ido incorporando conocimientos, perspectivas, sensibilidad social, me ha permitido el contacto personal con muchísima gente de la ciudad y zona -precisamente en un momento o circunstancia en la que necesitaban concretar un trámite o encaminar la búsqueda de solución a una preocupación o problemática con la cual llegaban-. Creo que eso es lo más enriquecedor y hasta quizás, inesperado, porque cuando comencé no imaginaba la dimensión que tomaría esta actividad en mi persona. Es una experiencia que capitalizo día a día".
Lo que comenzó como una rutina con un importante grado de responsabilidad, pasó a cimentar lo que se convirtió en una vocación de servicio. Recordando sus comienzos, Horacio relató: "Llegué a mis 20 años, cuando la estructura del recurso humano estaba conformada por tres personas: el Juez de Paz, Luis Prediger; Eduardo 'Pinda' Lescano; y Waldemar 'Negro' Gottig. Encontré en ese equipo de trabajo una alta predisposición a capacitarme para las tareas que en ese momento me asignaron, que eran las propias a un practicante; es decir, todo lo que conlleva la atención al público -Mesa de Entrada-. Funcionaba en la antigua sede del Centro Cívico de Crespo, en la misma dirección actual, pero todas las oficinas se encontraban en planta baja. Eran dependencias reducidas de espacio, con un acceso compartido con el Registro Civil, y una atención que se complementaba con la presencia semanal del Defensor de Menores, Dr. Mario Gómez del Río. En el 2003, se designa Juez de Paz a la Dra. Silvia Rochas, que abrió un camino de profesionalización del Juzgado, dado que por primera vez estaba encabezado por una abogada".
Haciendo visible las diferencias de los medios de trabajo, Vechetti apuntó: "Allá por el 2001 -cuando empecé-, los trámites vinculados a la atención al público se realizaban con máquina de escribir. Dada la informatización y los recursos tecnológicos que se fueron recibiendo desde el Superior Tribunal de Justicia, hoy cargamos expedientes y trámites voluntarios en tiempo real a sistemas que colectan información de toda la provincia. Me parece que otro cambio bisagra ha sido la aprobación de la Guía de Lenguaje Claro aplicada a las sentencias y resoluciones del Poder Judicial. Cuando iba a notificar a una persona, mayormente me tomaba un tiempo para explicarle ese documento que le llegaba con terminología legal que habitualmente no es comprensible por todos. Lo hice con gusto y lo volvería a hacer, pero es mucho mejor la recepción, la aceptación y las posibilidades de efectivo cumplimiento, si mantenemos un lenguaje común".
En estas casi dos décadas y media, la vorágine y dinámica ha cambiado completamente: "Todos quienes integramos el Juzgado, hemos tenido que a lo largo de los años, que adaptarnos a los avances socioculturales que como comunidad argentina desandamos", afirmó el empleado judicial crespense y agregó: "La ampliación de competencia otorgada por el Superior Tribunal de Justicia fue crucial para que el Juzgado local potencie su capacidad de respuesta a las problemáticas familiares, que desde hace unos años, son un eje fundamental de trabajo, dado el incremento de casos y la complejidad de los mismos. Como trabajador es algo que celebro, porque interpreto que a la escucha activa y la contención que siempre procuré brindar a quien llega a la Mesa de Entrada, se le ha podido sumar todo lo que el Juzgado puede desarrollar como intervención efectiva, que es integral, contundente e inmediato".
No obstante, no menos significativo ha sido el aumento exponencial de cuestiones que son competencia del Juzgado de Paz, que es proporcional a la alta dinámica económica que tiene esta ciudad, casi una particularidad distintiva en toda la región. "Como empleados, ambos escenarios nos han significado poner lo mejor de cada uno para estar a la altura de las circunstancias", afirmó.
En tal sentido, Vechetti destacó: "Considero que para mi desempeño y el de cualquier empleado judicial, es esencial tener un criterio preciso, claro, apropiado y compartido, para que las respuestas que brindamos sean realmente institucionales. En ese aspecto, la Jueza de Paz y Familia, Dra. Vanesa Visconti, ha delineado el perfil de este Juzgado, del que me siento parte, por plena convicción con los valores que nos ha impartido pregonar. Periódicamente se nos inculca que estamos brindando un servicio, con todo lo que ello conlleva; es decir, no sólo velando por lo que establece una legislación, sino en consonancia desde todos los aspectos, con lo que las personas que recurren a nosotros -los justiciables-, esperan de la Justicia, como máximo valor para vivir en sociedad y democracia. Esas mismas premisas nos las refuerza y acompaña en el cumplimiento, el Secretario Juan Miguel Aranguren, quien desde su llegada -con mucha experiencia de trabajo en Juzgados de Primera Instancia en Paraná- le aportó un nuevo ritmo y un ordenamiento sistemático a nuestra labor. Esa es la manera en que encaro la labor cada mañana, junto a Sebastián Cottonaro,Rocío Weber, Clara Arijón, Tatiana Schimpf y Natalia Deraco".
Como empleado más antigüo de la Justicia en Crespo, Horacio reúne un cúmulo de anécdotas, que donotan la capacidad que presentan quienes se desempeñan en dicho ámbito, para afrontar las más diversas reacciones en cada uno de los escenarios de intervención: "Siempre estuve en contacto directo con la gente, lo que me ha dado muchísimas satisfacciones. En la etapa de atención al público, pude conocer a una gran cantidad de excelentes personas, desde profesionales, secretarios o colaboradores de estudios jurídicos, trabajadores de empresas, dirigentes de instituciones locales y también los mismos vecinos que recurren al Juzgado. El agradecimiento manifestado en gestos o palabras, me lo llevo para siempre. En el período que estuve coordinando en forma presencial el cumplimentando de medidas, como desalojos, exclusiones de hogar, embargos, intimaciones, ó notificaciones, hubo actitudes desde tirarme un auto encima durante un secuestro, hasta personas que han reaccionado atentando contra su vida -tornando necesaria la vinculación con el sector de seguridad y salud-. Pero en general, con más o menos calidez, la gente de Crespo es respetuosa".
Desde una mirada introspectiva hacia lo que representa desempeñarse en el Poder Judicial, Horacio Vechetti expresó: "Hoy me incentiva levantarme para ir a trabajar y creo que eso dice mucho del ambiente laboral que uno vive, de lo que le genera o representa la actividad en la que uno se desempeña. De hecho, han pasado prácticamente 24 años y lejos de ser una carga o de pensar en cambiar de trabajo, tengo el entusiasmo de continuar y de seguir comprometido con aportar a esta causa que perseguimos y logramos entre todos desde el Juzgado. Formar parte del servicio de justicia de esta ciudad, es una responsabilidad que asumo con orgullo, deseando que así lo puedan recibir quienes concurren o recurren diariamente. Mi mayor satisfacción laboral es poder ayudar a la gente", concluyó.