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La docente baleada por su pareja policía declaró ante la Justicia y detalló las discusiones previas

Carolina Huck relató lo ocurrido el día del ataque y confirmó las discusiones previas por temas económicos y familiares. Encarará un proceso de rehabilitación ante la parálisis en sus piernas.

Policiales/Judiciales30 de septiembre de 2025
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A poco más de un mes de una tentativa de femicidio seguido de un intento de suicidio ocurrido en Gualeguaychú, Carolina Huck y Leonel Corvalán se encuentran fuera de peligro y enfrentan presentes totalmente diferentes.

La mujer de 31 años, docente, encaró esta semana un proceso de recuperación por las secuelas que le dejó la agresión que sufrió. El disparo de arma de fuego le ocasionó graves lesiones: le debieron extraer el bazo y estuvo comprometido uno de sus pulmones. Estuvo al borde de la muerte, pero pudo sobreponerse y a los quince días de cometido el hecho pudo abandonar la terapia intensiva del Hospital Centenario. Pero durante su internación se confirmó que había sufrido “una sección completa de médula con paraplejia”, que le dejó una parálisis de ambos miembros inferiores.

Carolina está convencida en que podrá revertir ese cuadro y con el apoyo de su familia ha iniciado un proceso en un centro de neurología y recuperación psicofísica en Galarza, que le demandará un largo tiempo. Pero antes de viajar para iniciar con esta recuperación, el lunes fue entrevistada por el fiscal Gutiérrez, que le tomó declaración sobre lo ocurrido ese domingo de fines de agosto.

La discusión que desencadenó todo

La mujer de 31 años, y profesora de educación especial, contó que Corvalán se levantó temprano para ir a trabajar, regresó luego del mediodía para descansar porque por la noche volvía a trabajar en la Policía, mientras que ella se fue por la tarde a un cumpleaños. Cuando ella regresó se puso con unos trabajos de sus alumnos que debía entregar y fue en ese contexto que comenzó la discusión.

Corvalán le recriminaba que trabajaba mucho, pero era necesario para cubrir las necesidades económicas y se le hacía imposible trabajar sólo por las mañanas como el hombre pretendía.

Dos compañeras de trabajo, que también declararon en la causa, ratificaron esto, que las discusiones giraban en torno a lo económico y la crianza de su hija de 5 años, en donde Huck decía una cosa y Corvalán la contradecía.

En la Investigación Penal Preparatoria faltan las pericias de la pistola 9mm y de los teléfonos celulares, además de las pericias neurológicas, psicológicas y psiquiátricas sobre Corvalán, que todavía no se han realizado porque se esperaba una mejor condición física del imputado. También se espera por la realización de la Cámara Gesell de la menor, que fue testigo directo del hecho, ya que el dictamen de la defensora penal de Niños Niñas y Adolescentes, Gabriela Urrels, es que aún no se encuentra en condiciones. 

La situación del imputado

Mariano Leonel Corvalán fue el primero de ambos en dejar el Hospital Centenario de Gualeguaychú. El disparo que se ejecutó en su cabeza con su arma reglamentaria, luego de balear a Huck, parecía ser letal, pero con el correr de las horas y los días, su condición cambió.

A la semana de haber sido operado de urgencia y de permanecer las primeras horas en un coma, salió de la terapia intensiva. Siete días después dejó la sala común donde había sido alojado y desde entonces permanece en la Comisaría del Menor, la Mujer y Violencia Familiar con prisión preventiva por 50 días, que vence el próximo 20 de octubre y que presumiblemente se prolongará.

En la primera semana de septiembre, una vez que abandonó el Hospital, el fiscal Gutiérrez le tomó declaración a Corvalán, pero este hombre de 38 años se abstuvo de hablar y se lo imputó por tentativa de femicidio, agravado por alevosía y por ser funcionario público. Luego, se le dictó la prisión preventiva.

El Argentino

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