Padre Julio: “Una generación que mata a otra generación, no es lo que Belgrano soñó”
En el marco de la ceremonia local que se desarrolló frente al busto del Gral. Manuel Belgrano, la invocación religiosa del catolicismo no dejó pasar por alto el contexto que en este 2018 rodea a esta fecha Patria. Argentina debate por estos días cuestiones que atraviesan a toda la sociedad y sin dudas, las decisiones marcarán una bisagra en la historia. Comprometido con el rol social que desempeña, el Padre Julio Faes -de la Parroquia Nuestra Sra. del Rosario-, alertó sobre la necesidad de proteger cinco ideales de vida y en tal sentido expresó:
“Como Belgrano, que llegado al pago de la Capilla, pidió confiadamente por la Bandera y por la Patria; hoy nosotros también pedimos por los grandes ideales de nuestra comunidad nacional, para vivirlos respetando a todos sus habitantes, en un espíritu de respeto mutuo y libertad.
El ideal del bien común, que es el bien de todos los hombres y que sobresale por encima de todos los bienes particulares y sectoriales; sabiendo que todo grupo social debe tener en cuenta las necesidades y las legítimas aspiraciones de los demás grupos; más aún, debe tener muy en cuenta el bien común de toda la familia humana.
El ideal de la familia, que es la célula básica de la sociedad y la primera responsable de la educación de los hijos, procurando fortalecer el verdadero sentido del amor y del compromiso social.
El ideal de la educación, que privilegie sobre todo a la persona; por la que podamos contar con comunidades educativas y escuelas para todos, multiplicadas a lo largo y a lo ancho de la Patria.
El ideal de la inclusión, que permita que toda gestión social, política y económica esté orientada a que todos puedan participar en los bienes espirituales, culturales, materiales; teniendo muy presente a los que menos tienen y a los que sufren más.
El ideal de la vida, que es un don de Dios y el primero de los derechos humanos que debemos respetar, desde el momento de la concepción, cuidando su existencia y dignidad hasta su fin natural; para poder nacer y morir con dignidad; ideal irremplazable para una sociedad que se considera progresista y moderna. Modernidad no es matar sino dar vida y permitir vivir”.
“Una generación que mata a otra generación no es el ideal que perseguían nuestros próceres. Una generación que mata a otra generación, no es lo que Belgrano soñó”, fustigó el religioso y agregó: “Que esta celebración, nos encuentre fortalecidos en un espíritu común, enriquecidos por la fe de nuestros mayores -a quienes nos hemos olvidado de escuchar-, y la solidaridad fraterna. Que bajo la misma bandera azul y blanca, promovamos la justicia; donde la reconciliación de los argentinos nos ofrezca finalmente un ambiente de verdadera paz y amistad social, y todos podamos sentirnos y vivir como hermanos, sabiendo que formamos una comunidad, tenemos un mismo origen, puesto que Dios es quien hizo habitar a todo el género humano sobre la faz de la tierra”.