Causa Narcotráfico: Declaró “Tavi” Celis y contó detalles del arreglo con Varisco

Judiciales 09 de diciembre de 2019
El sindicado capo narco Daniel “Tavi” Celis, amplió su indagatoria ante el Tribunal Oral Criminal Federal (TOCF) en las que se le siguen por tráfico de estupefacientes conocidas como “narcoavioneta” y “narcomunicipio
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Celis declaró durante más de dos horas ante el TOCF integrado por Lilia Carnero; Noemí Berros y Roberto López Arango. En su prolongada ampliación de indagatoria (instancia de defensa en la que el acusado no tiene obligación de decir la verdad), dejó sentadas varias afirmaciones que pueden impactar directamente en el desarrollo de la causa:

- En el comercio de estupefacientes no estuvo vinculado el intendente Sergio Varisco. Tampoco la funcionaria Griselda Bordeira ni el ex concejal Pablo Hernández. Bordeira y Hernández “eran los responsables de recibirme”, cuando iba al Palacio Municipal, afirmó. Hablar con Varisco, luego de los primeros tiempos, fue “imposible”, consignó.

- También despegó de la venta de cocaína a su pareja María Fernanda Orundez Ayala, Renzo Bertanan (su hijo del corazón), Cristian Silva y Hernán Rivero.

- “Asumo mi responsabilidad en la venta, pero no en la financiación. No tenía plata. (El negocio) Era a comisión: se vendía y después se pagaba”, afirmó.

- También buscó cortar lazos con los eslabones superiores de la organización. Sentenció que al “peruano Joan” (el supuesto proveedor de Buenos Aires) lo conoció “sólo por teléfono”.

- También dijo que, antes de hacer el primer acuerdo con Varisco en 2011, había sido tentado por el ex mandatario justicialista José Carlos Halle.

- El Movimiento Vecinalista del Oeste (MVO) se sumó a la campaña del radicalismo en 2015 y, luego del acuerdo con el PRO, a Cambiemos.  La suma de las distintas contribuciones que realizó el MVO, según Celis que era de facto su presidente, llegó a $ 1.042.000. En las discusiones sobre el retorno de ese dinero, Varisco prometió devolver el doble de lo aportado. De allí surgen los 2 millones de pesos que reclamaban a las autoridades municipales de Cambiemos. En efectivo no hubo aportes de campaña: “Jamás le di un peso al Sr. Varisco”, sentenció “Tavi”.

- Celis no quería hacer el acuerdo con Varisco. Había tenido una mala experiencia en 2011, cuando no cumplió con los aportes de dinero y los contratos que había prometido. Una intervención de Pablo Hernández a fines de 2014, principios de 2015, los volvió a reunir. Luego hubo un encuentro del entonces candidato a la intendencia con todo el MVO, en el que Varisco hizo el compromiso público de darles respuesta si ganaba la intendencia.

- El primer acuerdo, según Celis, era por 40 contratos, de obra o de servicio, de los que quedaron pendientes 25. A esto luego se sumó, según Celis, el compromiso de dos dirigentes de PRO (Emanuel Gainza y Josefina Etienot) de conseguir 200 programas sociales nacionales para la zona oeste de Paraná.

- El segundo acuerdo se produce ya con Celis preso y con la banda desarticulada, tras la caída de la narcoavioneta y el allanamiento en la casa de su ex pareja Luciana Lemos. El agente de tránsito municipal Alan Viola (imputado en la causa) se ofreció a hablar con el comisario Ricardo Frank, secretario de Seguridad del Municipio e intermediario de Celis con Varisco (según los dichos de “Tavi”) cuando se distanciaron. Frank tenía que hablar con Varisco para cerrarlo: primero le iban a aportar mensualmente $ 30 mil y luego subieron a 50 mil pesos. Pero esto “nunca se concretó”, consignó Celis.

- Otra de las promesas que Varisco incumplió fue el otorgamiento de obras a Cristian Silva (otro procesado en la causa, titular de una empresa constructura)  que también sumaban para la devolución de fondos de la campaña. El mandatario había comprometido asignarle el recambio de 3.400 farolas de Avenida Ramírez y la construcción de jardines maternales, pero fue “otra de las tantas mentiras de Varisco. Nada cumplía”, remarcó Celis.

- “A la “deuda” de la Municipalidad ¿usted la da por perdida?”, interrogó Lilia Carnero, la presidenta del TOCF. “¡Qué pregunta!”, fue la primera respuesta de Celis. Luego, describió todas las penurias económicas que tuvo que atravesar luego de la campaña. “Fui a Diamante a robar porque en el negocio no había plata”, mencionó, recordando el episodio en la estancia de Las Cuevas que le valió una condena de 7 años. “Perdí todo”, sintetizó.

- Además, apuntó que el dinero que llegaba de la Municipalidad (el que le dio Bordeira a Lemos y, supuestamente, Hernández) era para “gastos de viaje (él estaba detenido en la Unidad Penal de Federal) y para mi familia (tiene 9 hijos a cargo)”. Con esto, buscó descartar que los recursos del municipio hayan ido a financiar el tráfico.  “Tampoco entregué droga para la campaña”, agregó más adelante.

- Confirmó también que la lista “Amarilla” del sindicato municipal se armó en la cárcel. Incluso mencionó que “no alcanzaban los bancos del pabellón” para que se siente toda la gente que participaba de las reuniones organizativas. En orden a esto, reconoció: “El señor Varisco una de las pocas cosas que cumplió fue la regularización del sindicato”, que estuvo intervenido durante la gestión de Blanca Osuna.

- Aseguró que en su casa había 3 cajas fuertes y no una, como acreditaron la Policía Federal y los testigos. En una de ellas habría habido, según sus dichos, $ 390 mil. Sindicó a un agente de apellido “Pérez” como quien se retiró del a finca con la caja, cuyo destino dijo ahora desconocer, ya que tampoco figura en el expediente judicial.

- También negó conocer a otros imputados que dijeron tener relación con él, como José Marcial Caballero; Luis Céparo (declaró como arrepentido inculpándolo) y Sergio Baldi.

El ingreso al mundo narco

“Tavi” Celis también mencionó que comenzó con las operaciones de tráfico de estupefacientes  en 2018, a raíz de un estado de extrema necesidad, “en un contexto de desesperación” dado que su negocio con la verdulería, la carnicería y la distribuidora estaba “quebrado”, según dijo.

La operación se la propuso una persona en la Unidad Penal de Federal, al regreso de la visita a su familia en Paraná por las fiestas. Era un kilo de cocaína que le arrojaría una ganancia neta de 15 mil pesos.

Según su relato, vino una señora de Buenos Aires con la droga. Lo llevó a la casa de Lemos, quien había acordado participar en el negocio según “Tavi” pero quien debía retirarla no llegó. Esto generó presiones de la “gente de Buenos Aires” (a quienes no identificó) por el pago de los $ 135 mil pesos en que estaba valuada la cocaína entregada. Llegó a ofrecer una F100 a cambio, pero se la rechazaron. Finalmente, la compradora apareció y la operación se concretó.

“De allí quedó el contacto”, consignó.

Con posterioridad, se hizo otra transacción por 15 kg que desapareció en Santa Fe. “Pensaba hacer ese negocio y retirarme”, confesó “Tavi” al TOCF. A Celis le quedó el cargo con los mayoristas de Capital Federal, que retomaron las presiones por el pago que sumaban alrededor de dos millones de pesos. La cifra es la misma que debía devolver Varisco por los aportes de campaña, pero ni Fiscalía ni el Tribunal se detuvieron a indagar sobre esa coincidencia.

A partir de ese momento, comenzaron, según dijo, a operar para saldar la deuda con los narcos de Capital. Para custodiar el repago de la cocaína perdida, la banda instaló en la casa de Celis (donde también vivía Lemos) a dos personas, de nacionalidad boliviana, que seguían cada una de las operaciones.

El cuaderno de Lemos

Dos de los principales elementos de la Fiscalía para acusar a los integrantes de la banda son las anotaciones en un cuaderno que Luciana Lemos realizó para seguir al detalle cada una de las operaciones y su declaración como arrepentida ante el Juez Federal Leandro Ríos.

Con respecto al cuaderno, Celis dijo que no conocía de su existencia y que los nombres de los dirigentes políticos que figuran allí, Lemos los habría escrito por “miedo”, según reconstruyó. Ella recibió el dinero de Bordeira y Hernández (unos 30 mil pesos) volvió a su domicilio y vio que un auto la seguía, comentó Celis. “Por eso cambió los nombres” del cuaderno, agregó.

Asimismo, “Tavi” relató que en el trato habitual con Lemos por la venta de estupefacientes, utilizaban “nombres y apodos” para referirse a los clientes. Los apellidos los reservaban para “los políticos”, con quienes tenía el acuerdo político, precisó. Si se ponían los apellidos “al otro día terminaban presos”, razonó.

La UM 2

Con respecto a la situación de la Unidad Municipal 2, que la Justicia entiende que era la base de operaciones de la banda, Celis precisó que había pedido su dirección general, ya que su radio de influencia abarca 37 vecinales de la zona oeste, el territorio donde buscaba expandirse el MVO. Varisco, que primero se la había prometido, luego se retractó y le dijo que no, narró Celis.

Sin embargo, el intendente le propuso el nombre de Hernán Rivero (también imputado en la causa). Celis mencionó que una vez que Rivero se hizo cargo de la UM2, tuvo que salir a apoyarlo dado el carácter débil que detenta y que le impedían resolver situaciones, como por ejemplo el planteo de los directores salientes de la Unidad (que respondían a la ex intendenta Blanca Osuna). “Tuve que ir yo a pedirles que den un paso al costado”, relató.

Asimismo, precisó que los bidones que compró (y que en la causa apuntan a que hayan estado destinados a cargar combustible para la avioneta que traía droga desde el Paraguay) fueron para ayudar a Rivero en el control del uso del combustible en la UM2 y evitar el robo.

Otras indagatorias

También ampliaron su indagatoria Gastón de la Fuente; Renzo Bertanan y Juan Manuel Gómez. Se espera que el jueves se siente a declarar ante el TOCF el ex concejal Pablo Hernández.

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