Despiden a empleada de hospital que robó y usó ambulancia para salir de compras

Paraná 17 de agosto de 2021
Le sustrajo la billetera a una compañera de trabajo, gastó el dinero y utilizó sus tarjetas de crédito para comprarse lencería y un teléfono celular. Todo a bordo de una ambulancia. También hallaron droga entre sus pertenencias.
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El Ministerio de Salud aplicó la máxima sanción, la cesantía, a una empleada de maestranza del Hospital Materno Infantil San Roque, de Paraná, que en 2016, durante un día feriado, protagonizó un robo insólito a una compañera de trabajo: le sustrajo la billetera, gastó el dinero en efectivo y utilizó sus tarjetas de crédito para comprarse un celular, lencería, un teléfono celular y todo eso a bordo de una ambulancia que la trasladó por la ciudad. Incluso, la llevó a comprar droga.

MCR, tal las iniciales de la exempleada hospitalaria, fue denunciada en la Justicia por su compañera EGA, pero el caso no prosperó: el 9 de octubre de 2018, dos años después de los hechos ocurridos en el Hospital San Roque, el Ministerio Público Fiscal decidió archivar la causa. 

Los detalles del caso están contenidos en el decreto N° 842, del 26 de abril de 2021, publicado este jueves 12 de agosto en el Boletín Oficial. Dice que “se le imputa a la sumariada haber sustraído durante la mañana del 29 de septiembre de 2016, cuando se encontraba en el nosocomio, una billetera con dinero, documentación personal, tarjetas de débito y crédito pertenecientes a su compañera de trabajo”, quien desempeña tareas en la Oficina de Estadísticas del mencionado nosocomio como agente también, y haberle “proferido amenazas a la misma luego de enterarse que la misma formulara la denuncia policial por la sustracción que había sufrido”.

EGA, la víctima del robo, reveló que “un conductor de ambulancias del hospital se acercó en la jornada del día 29 de septiembre de 2016 para indicarle que se había hallado un comprobante de compra a nombre de ella y que esa operación comercial podría haber sido efectuada” por MCR. La mujer, entonces “se cerciora que le falta su billetera, procediendo a denunciar la situación a la agente de guardia policial apostada en el nosocomio, denunciando también al número 911 de la Policía de Entre Ríos, fuerza que se hace presente a los fines de comprobar los sucesos descriptos. El procedimiento llevado adelante en el hospital por parte de la Policía de Entre Ríos arrojó resultado positivo, habiéndose hallado en poder de” MCR la documentación personal sustraída “junto con sus tarjetas y documentación comercial de compras que habría realizado a nombre de la denunciante, y bolsitas con elementos que posteriormente resultó ser droga (clorohidrato de cocaína)”, explica, en forma detallada, el decreto N° 842 que dispuso la cesantía de la trabajadora infiel.

El sumariante acopió testimonios y pruebas y destacó una nota presentada por la empleada MAS, “quien, con patrocinio letrado, se niega a dar información de los hechos si no le es requerido por la Justicia, habida cuenta que ella misma manifiesta haber tenido ya episodios problemáticos con la agente” sindicada por el robo.

Al declarar en el sumario, MCR, la acusada, “confirma la ocurrencia de los hechos, es decir que procedió a sustraer la billetera” y también “salir varias veces del hospital durante la mañana de esa jornada, abordando una ambulancia conducida por su respectivo chofer, y con la cual se trasladó para realizar diversas compras con tarjeta de crédito”, y que se presentó a trabajar un día feriado sin estar segura de que le correspondía hacerlo, “porque no andaba bien psicológicamente”.

En su relato de los hechos, contó que “salió del trabajo la primera vez a la farmacia cercana del nosocomio, oportunidad en que compró un psicofármaco (clonazepan) y que tomó 4 pastillas, motivo que aduce para explicar que tomó la billetera y las tarjetas de EGA como propios por estar confundida. Confirma también que para realizar las compras de un celular, lencería, ropa y otros elementos, se trasladó en la ambulancia a diversos comercios locales”. En forma textual, declaró: “Yo no niego lo que hice, pero vengo con muchos problemas de depresión, tengo un hijo en el penal desde hace dos años y medio, sufrí violencia de género de una pareja que también trabaja en el hospital y el hospital nunca me defendió. Hay cosas que me acuerdo y hay otras que no”.

MAS, la empleada que no quería declarar por seguridad, finalmente brinda su testimonio. Dijo que el día del robo, “la imputada salió y entró varias veces de su lugar de trabajo, comentando que iría de compras y que supuestamente había adquirido un celular nuevo el que mostró a sus compañeras entre ellas la dicente, solicitando se le instale la aplicación de Wasap (sic). En otra oportunidad en que salió de compras volvió y exhibió bombachas, sandalias entre otros elementos. Por último la testigo informa que luego de volver de dependencias policiales, donde fue trasladada en el marco de la investigación iniciada por el hurto cometido por su compañera de trabajo, ´volvimos al hospital y ahí veo sobre el escritorio una billetera que ya se la había visto a MCR, las cosas que había comprado ese día, y unas bolsitas con droga´” .

J.M, un chofer de ambulancia, también declaró y contó que había llevado a la mujer hasta su casa en su auto particular, y que en el viaje de ida, la mujer se ofreció a cargar el tanque de combustible, a modo de compensación por las molestias. Pagó, claro, con las tarjetas de crédito sustraído. Pero cometió un desliz: olvidó en el vehículo “una tarjeta de débito del BERSA, una billetera y un DNI”, nada de lo cual le pertenecía. Fue a partir de entonces que quedó al descubierto el ardid de la empleada.

La investigación sobre su conducta, así, concluye con un dictamen inapelable: “que, sin perjuicio de todas estas circunstancias agravantes, se debe considerar además que la permanencia de la Sra. MCR como personal del nosocomio resulta insostenible, toda vez que la conducta descripto y la actitud asumida por dicha sumariada implican el desconocimiento supino de distintos deberes que tiene como servidora pública. Basta remarcar por ejemplo, que siendo empleada de la Guardia de Pediatría de un hospital en donde concurren bebes, niños y menores de edad, llevó y tuvo en su poder sustancias prohibidas como clorohidrato de cocaína”, y que por lo tanto “corresponde concluir que el cargo de hecho enrostrado ha sido comprobado en forma completa, amplia e inconmovible, tanto por el caso del hurto como en el de amenazar a una compañera de trabajo, lo que lleva a aplicar una sanción expulsiva de los cuadros de la administración pública de la Provincia de Entre Ríos”.

Entre Ríos Ahora

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