El adiós a doña Sara, una de las vecinas longevas de Crespo

Este 4 de diciembre, murió Sara Waigandt Vda. de Leiva, una conocida ciudadana crespense, que con vitalidad y afecto, durante su última etapa de vida relató una y otra vez su historia. En ella, transmitió no sólo sus vivencias, sino que se desprenden testimonios que permiten imaginar los tiempos pasados de la ciudad.
Nació en 1921, en Don Cristóbal, y con 26 años de edad se radicó para siempre en Crespo. Madre de 10 hijos, su transitar por el avance social de la localidad, le valió convertirse en madrina de la primera incubadora del Hospital San Francisco de Asís de Crespo, título de honor que recordaba orgullosa.
En marzo de 2021, la Municipalidad de Crespo la otorgó un reconocimiento en el marco del Día Internacional de la Mujer, destacando su laboriosidad. En dicha ocasión, se expresó: "De muy joven trabajó en tareas de campo, como tambo, deschalando maíz y cosiendo bolsas. Ya a la par de su esposo, cortaba adobes, cargaba el pisadero de obras de ladrillos, sacaba maíz con la maleta, piedra del arroyo La Ensenada del campo de Saluzzio y arena que acarreaban desde Puiggari. Al regreso a su casa, lavaba la ropa, cocinaba y planchaba con plancha a carbón, hacía fideos, amasaba el pan, criaba gallinas, chanchos y alimentaba una vaca prestada, de dónde obtenían la leche. También fue vendedora de cosméticos".
Los restos de Sara Waigandt son velados en la Sala de calle Güemes 1131 y recibirán sepultura el 5 de diciembre, en el cementerio de Crespo.