En los cinco meses que faltan para las elecciones legislativas de octubre, el gobierno buscará avanzar con medidas destinadas a apuntalar la reactivación de la economía, un factor que considera clave para alcanzar el éxito en las urnas.
“En este triunfo tenés mucha responsabilidad”, fue el elogio que más escuchó el ministro de Economía, Luis Caputo, en la noche celebratoria del domingo, cuando en forma sorpresiva La Libertad Avanza ganó los comicios comunales en un distrito clave por su repercusión nacional, y porque estaba en juego la disputa interna con Mauricio Macri por el liderazgo de la centroderecha.
Así, la administración libertaria quiere acelerar algunas medidas que considera clave para ir dando más combustible a una economía que aún tiene grandes limitaciones.
El capítulo más ambicioso es incentivar a que millones de argentinos que tienen dólares en cajas de seguridad evalúen la posibilidad de usarlos para comprar bienes durables o realizar otro tipo de consumos.
El presidente Javier Milei ya aclaró que quienes blanqueen sus dólares no deberán rendir cuentas sobre el origen de los mismos y se busca garantizar que, a futuro, tampoco puedan ser perseguidos por ARCA en caso de un cambio de signo político.
Este tema es el que más preocupa a quienes tienen ahorrado dólares, que cuestionan los constantes cambios de políticas en la Argentina.
Ante ese escenario, Milei ya decidió terminar con los controles antilavado que realizan bancos y otras entidades como supermercados, mediante reportes de operaciones sospechosas (ROS).
El presidente dijo que esos informes son un “horror”.
La meta del gobierno es traer capitales para expandir la oferta de divisas, lo que llama “dolarización endógena”.
En la Argentina, con un historial de cambios fiscales erráticos y la expropiación de dinero que representó el corralito en el 2001 y 2002, convencieron a los ahorristas de atesorar más de US$250.000 millones en “colchones”, cajas de seguridad y en el extranjero.
Para acercarse a esos ahorristas, Milei los llamó “héroes”, por haber impedido que la casta política de lleve sus ahorros.
"No metieron dólares abajo del colchón porque odian al país; lo hicieron porque del otro lado había un conjunto de hijos de puta, delincuentes, que les afanaron con el impuesto inflacionario", disparó el Presidente.
Entre los expertos coinciden en que para tener un mínimo de éxito, el gobierno deberá brindar incentivos para atraer esos dólares, que podrían incluir rebajas impositivas.
Algunos de los controles que se eliminarían son la obligación que tienen comerciantes, tarjetas de crédito, escuelas privadas y otros de informar gastos que superen determinados límites. Hasta el valor de expensas altas debe ser reportado por los administradores de consorcios.
El gran desafío será cómo relajar los controles sin correr el riesgo de que el país reciba sanciones por parte de los organismos que combaten el lavado de dinero, como el GAFI.
Si bien el gobierno lanzó un "blanqueo" fiscal el año pasado que ayudó a duplicar los depósitos en dólares en bancos argentinos en comparación con principios de 2024, superando los 30.000 millones de dólares, Milei y Caputo creen que existe otra ventana de oportunidad para convencer a más gente de traer sus dólares al sistema.