Afortunadamente ninguno de los niños sufrió lesiones. Alguna impericia en la manipulación de la pirotecnia desató el fuego, que fue controlado por bomberos voluntarios.
Hasta el próximo 10 de enero de 2018, Tránsito y la Guardia Urbana Municipal estarán abocados al cumplimiento de la ordenanza: las detonaciones no pueden superar los 65 decibeles. En Crespo, sólo un comercio está habilitado.