Ni bien se visibilizaron los inconvenientes edilicios, la comunidad educativa desanduvo la vía administrativa necesaria para que se subsane el problema. Desde el organismo competente se realizó una inspección y se comprometió el arreglo, proyectado para estos días.

Llevando tranquilidad a las familias, ya que las filtraciones no impidieron el desarrollo de las clases, la directora de la Escuela Nº 54 “Tomás Guido”, Marina Pozansini, contó a FM Estación Plus 94.3 la cronología de la gestión realizada: “El 20 de abril -que fue el primer día de lluvia-, constatamos que había filtraciones en dos aulas ubicadas en uno de los vértices de la escuela, precisamente sobre calle 25 de Mayo y Sarmiento. Me comuniqué personalmente con el director zonal de Paraná Campaña de Arquitectura de Entre Ríos, Jorge Troncoso, quien me pidió que inmediatamente le envíe fotos y eleve la nota correspondiente a la solicitud. En esa misma jornada fue posible hacer llegar eso a Paraná y desde entonces, permanentemente nos hemos estado comunicando. Sabemos que hay otras escuelas con mayor urgencia por las condiciones que presentan, de manera que es entendible que se establezca un orden de prioridad. Otra escuela de esta ciudad ameritaba una atención inmediata, pero igualmente continuamos con nuestro pedido. En conjunto con la directora de la ESJA Nº 97 ‘La Cautiva’, con quienes compartimos edificio, nos comunicamos con el director Departamental de Escuela, Fabián Monzón, a quien le hicimos saber la importancia de concluir con rapidez la obra y éste se contactó con Troncoso, pautándose una reunión. Efectivamente, el 8 de mayo, el jefe zonal de Arquitectura se hizo presente y verificó las condiciones del sector afectado. Al cierre de la semana, ya me confirmó telefónicamente que estaba designada la empresa que hará las reparaciones y que esta semana se iniciaría si el tiempo lo permite. Serían trabajos en el techo de ese sector puntualmente”.

Mientras persistió la filtración, desde la dirección se tomaron recaudos, sobre los cuales Pozansini comentó: “Cada vez que hubo mucha lluvia, llamamos al electricista para que constatara la instalación y asegurarnos que no hubiera peligro. Contamos con todos los informes que nos fue emitiendo, los cuales respaldan que siempre estuvimos en condiciones de dar clases. Transmitimos esto para tranquilidad de los padres, ya que no hay inconvenientes para la permanencia de sus hijos en días de lluvia. Asimismo, como medida de prevención y para comodidad, en los días que asistieron pocos chicos, tratamos de no utilizar el aula y favorecer la ventilación. El 8 de mayo también la supervisora Avelina Ferreyra se hizo presente y recorrimos las instalaciones, constatando que los alumnos pueden desarrollar su jornada”, concluyó.