En medio de la declaración judicial de los peritos que trabajaron sobre el celular de Fernando Sabag, detenido por el atentado a Cristina Kirchner, desde el juzgado a cargo de  María Eugenia Capuchetti, evalúan el pedido de ayuda a los Estados Unidos para intervenir en el caso. El objetivo es desarticular la perica técnica del dispositivo, la prueba clave de la investigación por lo ocurrido el jueves pasado.

Desde las 9 de la mañana, la jueza Capuchetti citó a los peritos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que intervinieron en la pericia técnica del dispositivo. Los especialistas se encuentran en los tribunales de Comodoro Py, donde la magistrada tiene su oficina.

Los problemas que impidieron tener acceso a la información del teléfono y que incluso generaron el riesgo de perder datos claves para la investigación, no se descarta la posibilidad de solicitar cooperación a empresas norteamericanas, que ya han colaborado en casos anteriores.

Sin embargo, el problema es la demora que esto genera, ya que el pedido debe canalizarse a través de Cancillería, lo cual podría dilatar el proceso alrededor de dos años.

Por ello, Capuchetti todavía es optimista y confía en que pueda resolverse con técnicos argentinos para poder avanzar sin demoras en la causa. Mientras tanto, el juzgado descarta que el teléfono haya podido ser intrusado o hackeado de forma, remota porque permaneció en modo avión desde que fue secuestrado, por lo que sospechan que el formateo pudo haberse producido por la cantidad de intentos de acceder al mismo.