Se jubila la ministra de Salud
El gobernador Gustavo Bordet la convocó en junio de 2017, tras la salida de Ariel de la Rosa del Ministerio de Salud. El titular del Poder Ejecutivo la conocía desde antes: “De la época de la militancia en la Juventud Universitaria Peronista; luego trabajando en el Promin (Programa Materno Infantil) en Concordia, cuando yo era concejal, una tarea de la cual quedaron 13 centros de desarrollo infantil que hoy funcionan perfectamente y que albergan y educan a casi 2000 chicos, con control de peso, talla y sanitario, en un ensamble entre las políticas sanitarias y las sociales”.
Casi no se la vio en la campaña electoral junto al precandidato a gobernador del Frente Más para Entre Ríos Adán Bahl. “He participado muy poco; me aboqué a la gestión más que nada”, contó durante una larga conversación con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7.
-¿Cuál va a ser su futuro después del 10 de diciembre?
-Voy a jubilarme. A partir de febrero de este año estoy en condiciones de acogerme a la jubilación ordinaria. No obstante ello, de haber iniciado los trámites en la Caja de Jubilaciones el año pasado, tengo 36 años de antigüedad. No es una jubilación especial. Tengo la edad correspondiente. Después del 10 de diciembre, creo que hay que renovar los ciclos de gestión, sobre todo en estos ministerios tan complejos. Salud es un sector muy complejo y ya me lleva casi seis años al frente del Ministerio y por lo tanto el sector merece una nueva conducción. Así debe ser la política sanitaria.
-Dos esos seis años estuvieron cruzados por la pandemia de coronavirus.
-Sí. Una complejidad absoluta, inédita. La gran crisis sanitaria mundial y humanitaria. El 5 de mayo la OMS (Organización Mundial de la Salud) anuncia el fin de la emergencia sanitaria global en el mundo. Pero advierte que sigamos expectantes, porque los sistemas de salud tienen que seguir siendo fortalecidos por la aparición de las enfermedades emergentes y reemergentes. Eso requiere de una nueva reconfiguración de los sistemas. Una revisión del modelo de atención, que hoy está muy orientado a lo episódico, de reparación del daño. En lo que nosotros trabajamos fuertemente después de pandemia es poder fortalecer las redes de cuidado.
-Durante la pandemia el equipo de Salud trabajó 24×7. ¿Qué enseñanzas les dejó la emergencia sanitaria?
-Cuando comenzamos, lo que nos atravesó fue la incertidumbre. A nosotros y a todo el mundo. Pensamos que la pandemia duraría 5 meses. Desarrollar un plan de contingencia en el medio de la pandemia fue dificilísimo. Nos quedan muchas lecciones aprendidas. Una gran lección para poder ubicar a la salud dentro de las prioridades de la ciudadanía. En la pandemia, la salud fue prioridad. Ahora, ya no.
-El candidato que gane las elecciones, ¿con qué panorama se va a encontrar en Salud?
-Invité a todos los precandidatos a la Sala de Situación del Ministerio de Salud para poder conocer los principales indicadores y la complejidad que tiene, con la estructura presupuestaria, de recursos humanos, la conformación de la red de efectores, públicos y privados, la red de primer nivel de atención y la atención de complejidad que tiene que ver con el cambio: el proceso de transición epidemiológica que surgió antes de la pandemia, que tiene que ver con envejecimiento activo de la población. Hemos cambiado la estructura población. De 1990 a 2023 nuestra población está envejecida, y tenemos una gran reducción de la tasa de natalidad. Ese es un componente a tener en cuenta para tomar decisiones.
-¿Cuántos precandidatos fueron a conocer el estado de situación de la salud en Entre Ríos?
-Me llamó un solo precandidato. Y lo hemos puesto en estado de situación. Volviendo al tema de la complejidad, los nuevos emergentes que aparecen tienen que ver con la salud mental, que es un tema que nos preocupa muchísimo. También, tenemos que abordar seriamente la seguridad social. Es un tema que en pandemia se agudizó muchísimo. El Estado subvenciona hoy a la seguridad social. Por otra parte, nos atraviesa un componente preocupante: estamos en alerta con el componente insumo por la importación de productos. Todos los días tenemos que comprar a precio dólar en un mercado que no está regulado. Eso complica muchísimo al Estado y al sector privado.
-Se refería a las consecuencias de la pandemia y la crisis de las obras sociales. ¿Es mucha la demanda que reciben los hospitales públicos?
-Hoy atendemos casi el 70% de las personas mutualizadas, con obra social. Esa población va al hospital aún con obra social. Muchas de las obras sociales están impactadas por la crisis social, económica y ambiental que dejó la pandemia, más otras medidas de la macroeconomía. La población se volcó a la atención pública. La demanda es compleja día a día. Las enfermedades no transmisibles han aumentado muchísimo, y esto no tiene que ver con el modelo de atención sino con la forma de alimentación de la población y con los estilos de vida. Están en el tope de estadísticas de morbilidad como de mortalidad.
-Un precandidato a gobernador dijo que si gana la Provincia va a devolver los partos a las cabeceras departamentales. ¿Qué responde?
-Lo he escuchado. Estamos preocupados con ese tema. Cuando existió esa situación en la Provincia, en donde más de 53 -hoy tenemos 66- hospitales que forman la red sanitaria de salud desarrollaban partos, la mortalidad era de más de un dígito. Y verdaderamente no quisiéramos que la mortalidad infantil vuelva a subir a más de un dígito, porque nos ha costado muchísimo. Nosotros a la salud la concebimos como un derecho humano esencial en el acceso, pero también estamos convencidos de este proceso de regionalización perinatal que ha llevado adelante Entre Ríos. Esto tiene que ver con el derecho que tienen las personas a nacer en lugares con condiciones, con infraestructura adecuada. No podemos contar con unidades neonatales en todos los lugares por la baja natalidad que tenemos. Ofrecemos las condiciones esenciales neonatales para que cada niño nazca en lugares con las condiciones adecuadas.
-Al inicio de la charla, nos dijo que no sigue en el Ministerio después del 10 de diciembre y que ya inició los trámites de su jubilación. ¿Cómo calificaría su gestión?
-Me hubiese gustado no haber estado atravesada por la pandemia. Siento que nos restó un tiempo enorme para poder desarrollar muchísimos componentes que hubiéramos querido desarrollar. La pandemia no se la deseo a nadie en la gestión. Me tocó liderar ese proceso tan complejo. Pero no se lo deseo a nadie. Fue complejo en lo personal, en lo colectivo. Todavía no hemos parado para duelar la pandemia en toda su dimensión. Pero me quedo con el sabor del deber cumplido, no por lo personal sino por el recorrido. Yo vengo de un hospital materno infantil. He pasado por todos los casilleros de gestión. Me jubilo como trabajadora del sistema de salud. Pertenezco a la planta del sistema de salud.