Fenómeno Social: Se sextuplicaron las consultas sobre identidad tras el estreno de "El Eternauta"

El estreno de El Eternauta, la serie basada en la icónica historieta de Héctor Oesterheld y Francisco Solano López, no solo rompió récords como la producción de habla no inglesa más vista en su plataforma de streaming tras su lanzamiento el 30 de abril.
También desató un fenómeno social inesperado: un aluvión de consultas a Abuelas de Plaza de Mayo por parte de personas que dudan de su identidad, un eco directo de las heridas abiertas por la última dictadura militar argentina (1976-1983).
Según reveló Infobae, en apenas una semana, entre el 1 y el 7 de mayo de 2025, la organización recibió 106 consultas de personas nacidas entre 1975 y 1983, el período en el que Abuelas concentra su búsqueda de nietos y nietas apropiados durante el terrorismo de Estado.
Para ponerlo en perspectiva, en el mismo lapso de 2024, las consultas fueron apenas 18. Este año, de las 902 personas que se acercaron a la organización, una de cada diez lo hizo en los días posteriores al estreno de la serie dirigida por Bruno Stagnaro. Además, se incrementaron las denuncias sobre posibles casos de apropiación de bebés, un delito sistemático de la dictadura.
El impacto no es casual. El Eternauta no solo adapta una obra maestra de la ciencia ficción argentina, sino que lleva al presente la tragedia de la familia Oesterheld, una de las más devastadas por la represión.
Héctor Oesterheld, sus cinco hijas, tres de sus yernos y varios nietos fueron víctimas del plan de secuestros, torturas y desapariciones. La serie, junto a una campaña en redes impulsada por Abuelas y H.I.J.O.S. Capital, puso el foco en dos casos específicos: los bebés que pudieron nacer en cautiverio entre noviembre de 1976 y enero de 1978, hijos de Diana Irene Oesterheld y Raúl Ernesto Araldi, y de Marina Oesterheld y Alberto Seindlis, ambos matrimonios militantes de Montoneros.
La historia de los Oesterheld, narrada con rigor en el libro Los Oesterheld (2016) de Fernanda Nicolini y Alicia Beltrami, es un retrato del horror.
Diana, secuestrada en 1976 en Tucumán con seis meses de embarazo, y Raúl, desaparecido un año después, tuvieron un hijo, Fernando Araldi Oesterheld, que fue abandonado en la Casa Cuna de Tucumán y recuperado por sus abuelos.
Hoy, Fernando busca a su hermano o hermana, que habría nacido en noviembre de 1976, y a su primo o prima, presuntamente nacido entre diciembre de 1977 y enero de 1978, hijo de Marina, secuestrada con ocho meses de embarazo, y Alberto. Ambos bebés, como sus padres, siguen desaparecidos.
Elsa Sánchez de Oesterheld, esposa de Héctor Oesterheld, encarnó la resistencia y la búsqueda incansable. Desde 1982, cuando relató su tragedia en Bélgica invitada por Amnesty International, se unió a Abuelas para encontrar a sus nietos. Hasta su muerte en 2015, nunca dejó de buscar. Solo pudo recuperar el cuerpo de su hija menor, Beatriz, asesinada tras 20 días de secuestro. Las demás hijas, Héctor y sus yernos permanecen desaparecidos.