Este 9 de mayo se cumplieron cinco meses del accidente que cambió por completo la vida de Ignacio Heinze, el joven entrerriano que en diciembre pasado sufrió un grave accidente cuando estaba de vacaciones en Mendoza y perdió una pierna.

A través de una publicación en sus redes sociales, el joven de 29 años compartió una profunda reflexión sobre el camino recorrido desde entonces, marcada por la resiliencia, el humor y el acompañamiento de quienes lo rodean.

Cinco meses “de que la carcasa cambió por completo, pero el motor sigue siendo el mismo”, escribió Nacho, como lo conocen sus allegados. En su publicación, recordó con crudeza y honestidad aquel momento: “Fui con dos y volví con una. Fui con la idea de quedarme tres días y me quedé un mes”.

El accidente ocurrió el 9 de diciembre de 2024 en la provincia de Mendoza, donde había viajado junto a su novia para pasar unos días de descanso. La gravedad del hecho obligó a una larga internación y a la posterior amputación de una pierna. Sin embargo, lejos de rendirse, Ignacio se convirtió en un ejemplo de superación, publicó Elonce.

En su testimonio, no oculta las emociones contradictorias que lo atraviesan. “No sé si enojarme con el de arriba o decirle ‘gracias fiera por solo sacarme la zurda’; te mentiría si te digo que siempre pienso como la segunda opción”, confiesa. Aun así, resalta con énfasis el valor del apoyo recibido: “Estoy agradecido de la gente que tengo al lado… y mirá que son muchos”.

Menciona especialmente a familiares, amigos, colegas, alumnos, personal de salud, y hasta personas desconocidas que se acercaron a brindarle apoyo en los momentos más difíciles. “Nunca imaginé que pudiera encontrar tanta gente en tanta tormenta”, escribió emocionado.

En su mensaje, también se permite el humor: “Tranquiiiilos que todas esas cosas funcionaron y hay Nachito para rato... espérenme… que estoy volviendo. En realidad, nunca me fui… solo me tomé un mes de vacaciones y fui a pasar las fiestas en Mendoza”.

Ignacio Heinze es sobrino del exfutbolista y entrenador Gabriel Heinze.

A cinco meses del accidente, su mensaje resuena como una lección de vida: seguir adelante, incluso cuando la tormenta parece no ceder. “El motor sigue siendo el mismo. Hay Nachito para rato”.