Equinoterapia en ACADME: Renuevan un espacio clave para chicos con discapacidad en Crespo

Por años, en el predio de la Escuela de Educación Integral N° 11 “ACADME” de Crespo, un amplio galpón de madera fue escenario de sonrisas, esfuerzo y superación. Allí, decenas de chicos con discapacidad vivieron jornadas que no solo eran parte de su terapia, sino también un momento de felicidad esperado durante toda la semana.

Ese galpón, construido hace más de dos décadas, resistió lluvias, soles y vientos, pero el paso del tiempo fue implacable. “Estaba muy deteriorado y peligroso en su estructura”, explica Raúl Fischer, presidente de la comisión sostenedora, en diálogo con FM Estación Plus Crespo. “A principio de año decidimos desarmarlo antes de que comenzaran las clases. Era de madera, con chapas usadas que ya tenían goteras, y había llegado el momento de hacer algo nuevo”.

La tarea no era sencilla: reconstruirlo implicaba no solo recursos económicos, sino también un trabajo de coordinación y solidaridad comunitaria. Fischer y su equipo comenzaron entonces una campaña de gestión y pedidos de colaboración. “Fuimos a hablar con vecinos, empresas, productores agropecuarios… y conseguimos que nos donaran el 90% de los materiales. La gente sabe que todo lo que aporta se ve reflejado acá, y eso ayuda mucho”.

En ACADME, la transparencia no es un eslogan, es una forma de trabajo que se ha mantenido durante años. “Es fundamental administrar bien los fondos. Hay quienes nos dan dinero y esperan que lo invirtamos rápido, sobre todo en tiempos de inflación”. 

“La obra ya está en marcha, y el constructor a cargo aceptó comenzar sin cobrar por adelantado. “Es un buen gesto del constructor. La gente que está vinculada a la escuela conoce cómo manejamos las cosas y siempre nos da una mano, incluso esperándonos con los cobros”, expresó Fischer a FM Estación Plus Crespo. “En este caso, lo recaudado con el último locro irá íntegramente a pagar esa mano de obra del constructor”.

En ACADME, la transparencia no es un eslogan, es una forma de trabajo que se ha mantenido durante años.

El nuevo galpón, de 25 metros de largo por 13 de ancho, ya empieza a tomar forma. Tendrá una pista de arena bajo techo, condición imprescindible para las actividades ecuestres. “El caballo se mueve distinto en arena que en un piso duro. Los días de mal tiempo, esto nos permite continuar con la terapia. Los chicos esperan ansiosos ese momento, porque para ellos es algo único”, explica.

Actualmente, la escuela alberga a 64 estudiantes de Crespo, Seguí, Viale, María Luisa y Villa Libertador. No todos participan de equinoterapia, pero la actividad es una de las más apreciadas. “Hay mucha demanda, pero estamos limitados a 65 o 70 alumnos por la cantidad de docentes. Algunos chicos requieren que un maestro esté con uno o dos alumnos como máximo. Por eso hace años venimos pidiendo más cargos docentes al gobierno”, afirma Fischer a FM Estación Plus Crespo.

"Los chicos esperan ansiosos ese momento, porque para ellos es algo único”, explica Fischer.

El presidente de la comisión estima que la infraestructura podría recibir a más estudiantes sin mayores ampliaciones, pero insiste en que el verdadero cuello de botella es la falta de personal. Mientras tanto, la imagen de la escuela y el vínculo con la comunidad siguen siendo sus principales capitales. “Siempre encontramos una mano tendida, ya sea del municipio, de empresas o de particulares. La escuela especial tiene una muy buena imagen, y nuestra responsabilidad es mantenerla”.

El viejo galpón de madera fue desarmado con la promesa de que volvería, renovado y seguro. Hoy, esa promesa se está cumpliendo, y cuando los caballos vuelvan a pisar la arena bajo techo, no solo se habrá recuperado un espacio físico: se habrá reabierto un lugar donde la terapia se mezcla con la alegría y donde la comunidad entera verá reflejado el valor de sus aportes.