Allanaron una empresa y un domicilio de Viale por presunta Evasión
La emisión de facturas de falsas compras a empresas fantasmas sería el ardid empleado. Por una maniobra de evasión fiscal que venía siendo investigada por la AFIP de Paraná desde el año pasado, la Justicia Federal ordenó allanamientos en la mañana este miércoles, que se extendieron hasta el atardecer en una empresa de Viale y también a dos contadores de Paraná. Se apunta a una empresa radicada en el parque industrial de Viale, del rubro lácteo, propiedad de un matrimonio, que según la imputación habría generado un crédito fiscal mediante compras falsas y facturas truchas por un monto cercano a los 4.000 millones de pesos entre 2022 y 2023, que les habría permitido evadir el pago de IVA por unos 650 millones de pesos en total. Las requisas a cargo de AFIP y Gendarmería Nacional abarcaron la planta de la firma, la vivienda de los acusados y de quien habría generado las facturas truchas con empresas fantasmas, así como los estudios de dos contadores de Paraná. Incautaron cientos de miles de dólares y millones de pesos.
Los procedimientos fueron solicitados por la AFIP, acompañados por el fiscal federal Leandro Ardoy y ordenados por el juez federal de Paraná, Leandro Ríos, mediante la secretaría de Juan Chaulet.
La maniobra investigada consistía en que un hombre de Viale, que se dedica a comprar productos de dietética por mayor para luego fraccionar y revender, había tenido un crecimiento de ingresos muy llamativo. Se había registrado para realizar una multiplicidad de actividades económicas muy diferentes, entre ellas la venta de quesos. Y emitía facturas por un volumen muy importante por supuestas ventas a la empresa láctea vialense. De la inspección y fiscalización realizada, se pudo determinar que sólo el 2% de lo facturado por este hombre era real, el resto eran facturaciones apócrifas de falsas ventas a un único cliente.
La empresa en cuestión se generaba un crédito fiscal de IVA enorme mediante esas compras inexistentes que luego se le descontaba de las ventas que realizaba. En el año 2022 se registró una facturación de aproximadamente 1.500 millones de pesos y en 2023 de 2.400 millones más. Esto le habría permitido al matrimonio una presunta evasión por una cifra superior a los 650 millones de pesos . Sin embargo, nadie venía notando un crecimiento patrimonial llamativo entre los investigados, consignó en su informe Plaza Web.
Mientras tanto, el hombre que facturaba esas ventas falsas tenía a su vez otro mecanismo para no pagar IVA por esas operaciones: simulaba compras con facturas mellizas de contribuyentes legítimos, una maniobra que se observó en otras localidades de la provincia.
En la ciudad de Paraná allanaron dos estudios contables. Uno de ellos hacía las declaraciones juradas y los balances de la empresa, y el otro atendía las fiscalizaciones que realizaba el organismo recaudador. En el primero, se encontró un contrato societario armado por el vendedor de los productos de dietética que hacía las facturas apócrifas, cuando en rigor tenía otra contadora. El segundo es un profesional que ha sido funcionario de la AFIP hasta la década del 90 como supervisor. Además de documentación de interés para la causa, le secuestraron los celulares a ambos contadores para constatar si tenían o no alguna relación con la operación.
La maniobra general que se investiga es conocida pero que se va perfeccionando con el tiempo. Por ejemplo, quienes pretenden evadir buscan como cómplices a personas que tengan una actividad lícita en desarrollo, como en este caso el vendedor de productos de dietética. Ya no se utilizan linyeras como prestanombres ni personas sin recursos. Algunos recuerdan el caso de los hermanos Tórtul, un par de décadas atrás, cuando tenían la empresa de seguridad privada El Guardían, que habían armado una sociedad para emitir facturas apócrifas cuyo presidente era un pescador de Bajada Grande.
Entre lo hallado en los allanamientos a la vivienda particular de los dueños y en la misma empresa investigada por evasión, se encontró una suma que supera los 500.000 dólares y unos 30 millones de pesos. Evidentemente, se manejaban siempre con dinero contante, nada de cheques ni transferencias bancarias.
Es más, en una computadora encontraron un archivo que contenía un instructivo sobre cómo hacer recibos para que ninguna operación quedara transparentada.
Ahora se aguardan informes y pericias para ver si la causa avanza hacia la indagatoria de los sospechados por evasión fiscal, dueños de las empresas investigadas así como posiblemente los contadores de Paraná que están bajo la lupa.