Fuga masiva en vísperas de Nochebuena: 17 presos escapan por un boquete en la pared
En la mañana de este 24 de diciembre, 17 internos se escaparon de la Alcaidía Comunal 9, ubicada en la calle Gana al 400, en Liniers, provincia de Buenos Aires. Tras perforar una pared de ladrillo hueco. Este incidente ocurre en un contexto de creciente preocupación por la seguridad de las comisarías porteñas, con varios escapes registrados en los últimos meses.
La fuga ocurrió en una de las dependencias internas de la alcaidía. Los detenidos, en su mayoría de nacionalidad argentina y chilena, aprovecharon un boquete de aproximadamente 30 centímetros de diámetro en una de las paredes de ladrillo hueco. Para escapar, usaron sábanas y colchones para dificultar la vigilancia y el monitoreo por cámaras. De los 17 fugados, uno ya ha sido recapturado, mientras que el resto sigue siendo buscado por las autoridades.
Condiciones críticas en el sistema penitenciario porteño
La fuga en Liniers no es un hecho aislado. A solo días de este escape, se había producido una situación similar en la Alcaidía 4 Bis de Barracas, donde un grupo de detenidos aprovechó un corte de luz y la falta de seguridad para evadir la vigilancia. Las autoridades han destacado que la falta de infraestructura adecuada, las paredes de ladrillo hueco y las malas condiciones en las celdas han contribuido a la repetición de estas fugas.
La situación de las comisarías y alcaidías en Buenos Aires sigue siendo crítica. Con una capacidad de alojamiento insuficiente, más de 2000 detenidos se encuentran en comisarías que solo deberían albergar a menos de mil. El hacinamiento y las condiciones precarias se han convertido en factores clave que facilitan las fugas de detenidos. En este contexto, el Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires y el gobierno nacional han acordado el traspaso de la custodia de los detenidos al Servicio Penitenciario Federal (SPF) para tratar de aliviar la situación, publicó Grupo La Provincia.
Medidas y repercusiones políticas
Este nuevo escape se suma a una serie de incidentes que han comprometido la seguridad en la Ciudad. Tras la fuga en Barracas, dos funcionarios del Ministerio de Seguridad fueron destituidos, y el ministro Waldo Wolff asumió la responsabilidad política del fracaso en las medidas de seguridad. La necesidad de encontrar soluciones rápidas y eficaces se vuelve urgente, ya que las fugas siguen poniendo en evidencia las falencias del sistema de detención.
Mientras las autoridades continúan la búsqueda de los 16 detenidos fugados, el sistema de seguridad de las alcaidías porteñas enfrenta presiones para reformarse. Las fugas de estos últimos días han puesto en evidencia que la infraestructura no está a la altura de la situación, lo que exige una revisión urgente de las condiciones de detención y las estrategias de seguridad.