Senado: Piden que Petri explique por qué las Fuerzas Armadas realizan entrenamientos antidisturbios

Senadores de Unión por la Patria (UxP) pedirán interpelar en el Senado al ministro de Defensa, Luis Petri, para que explique por qué la Armada realiza entrenamientos antidisturbios, una actividad prohibida por la Ley de Seguridad Interior y de Inteligencia. La solicitud de la oposición tiene lugar después de que este diario diera a conocer que una agente de la fuerza sufriera una lesión en la cabeza, en un entrenamiento.
Además, Petri y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, pusieron en marcha un operativo para involucrar a las Fuerzas Armadas en tareas de Seguridad Interioren el noroeste argentino.
"Queremos que el ministro Petri se presente en el Senado para saber por qué la Armada Argentina hace ensayos de represión callejera contra la población civil, algo completamente ilegal. Ese tipo de prácticas están prohíbidas en la Argentina y son causal de juicio político contra el o los funcionarios que lo promuevan u organicen", señaló el senador nacional de UxP Oscar Parrilli.

La agresión a Brisa Páez
A principios de abril, Paéz, de 21 años y que había ingresado a la Armada hace apenas cuatro meses, participó de un “entrenamiento antidisturbios”. Según relataron testigos, el hombre que oficiaba como instructor -de quien todavía no se sabe el nombre- impactó el escudo de la joven con tal violencia, que Páez golpeó su nuca contra el piso.
Aunque tenía el casco puesto, cuando la joven se levantó del suelo dijo que le dolía la cabeza y que se sentía desorientada. Aún así, el entrenamiento siguió, afirmaron los testigos.
Páez recibió atención médica una vez que regresó a la base militar y fue ordenada su derivación al Hospital Militar de Campo de Mayo. Allí, la joven dijo que no sentía nada del lado izquierdo de su cuerpo. Luego, fue trasladada al Hospital Militar Central, donde los médicos decidieron directamente inducir el coma por sus reiteradas convulsiones.
El diagnóstico fue de "daño axonal difuso", es decir que las fibras que conectan las células cerebrales recibieron movimientos tan bruscos que terminaron lastimadas. El cuadro parece indicar que al cerebro de Páez no sólo lo afectó el golpe contra el piso, sino los posteriores movimientos violentos que soportó durante el resto del entrenamiento.
La cuestión se agrava por los testimonios que indican que Páez era víctima de hostigamientos por parte de un grupo de integrantes de la fuerza y que, durante el mismo entrenamiento, los golpes hacia ella eran más fuertes que hacia los demás. Una de las hipótesis que investiga la Justicia da cuenta de una posible relación personal previa de la joven con un integrante de ese grupo, y que el maltrato pudo haber llegado a modo de "venganza" por algún cambio en ese vínculo.
El operativo “Julio Argentino Roca”
Al entrenamiento antidisturbio en la base de Vicente López se suma el llamado operativo "Julio Argentino Roca", con el que Petri y Bullrich movilizaron a centenares de efectivos del Ejército para participar del control de la frontera en el norte salteño. Pero más allá de que los ministros justifican que el objetivo es “combatir el narcotráfico”, todavía no se conocen las reglas de empeñamiento, es decir los límites que los soldados tienen a la hora de intervenir en el combate.
Como ya reportó Página 12, el director de Justicia y Seguridad del CELS, Manuel Tufró, indicó que el operativo “no tiene ninguna utilidad” porque “son tareas que las Fuerzas Armadas no saben hacer”. "Además, las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales son cinco o seis veces más numerosas que las Fuerzas Armadas, o sea, no se necesita un refuerzo de militares", agregó.
Asimismo, el diputado de UxP Leopoldo Moreau presentó un pedido de informes para conocer los alcances de la actuación militar en la frontera. El proyecto apunta a conocer el "contenido general, los criterios de actuación previstos y cómo se garantiza el respeto al marco jurídico vigente, incluyendo derechos fundamentales de la población civil".
Bullrich y Petri pretenden que para fin de año haya unos 1.300 soldados desplegados de forma permanente entre las ciudades de Salvador Mazza y Misión La Paz, a lo largo de unos 150 kilómetros. El operativo demandará la presencia de unos 10 mil efectivos del Ejército, que irán rotando en los puestos de frontera.