Continúa la alerta por la crecida del río Uruguay en Corrientes y planean evacuaciones



Las intensas lluvias registradas en los últimos diez días en la provincia de Corrientes provocaron un aumento significativo en el caudal de varios ríos, con especial impacto en la localidad de Santo Tomé, donde el río Uruguay alcanzó una altura de 10,49 metros y mantiene un ritmo de crecida de cinco centímetros por hora, según reportes oficiales. Esto obligó a las autoridades locales adeclarar la Emergencia Hídrica y a activar protocolos de evacuación en varias ciudades.
Desde la provincia monitorean de manera constante a las comunas que presentan inconvenientes hídricos en estos días, ante la preocupación por el comportamiento de los cursos de agua. En Santo Tomé, la situación se tornó especialmente delicada debido a la acumulación de precipitaciones recientes.
El río Uruguay, que atraviesa la ciudad, se encontraba ayer a tan solo un metro por debajo del nivel de alerta, establecido en 11,50 metros. La altura registrada en el puerto local, de 10,49 metros, representa un incremento sostenido que obligó a las autoridades a intensificar las acciones preventivas.
Según informó el medio local Diario Época, el ritmo de crecimiento del río, calculado en cinco centímetros por hora, genera inquietud entre los habitantes y las autoridades municipales. Este dato, confirmado por la Dirección de Defensa Civil, refleja la rapidez con la que el caudal puede alcanzar niveles críticos.
Frente a este escenario, la Municipalidad de Santo Tomé convocó a una reunión preventiva del Centro Operativo de Emergencia Municipal (COEM). El encuentro, encabezado por el intendente Augusto Suaid, reunió a autoridades locales, fuerzas de seguridad y representantes de instituciones dedicadas a la atención de emergencias.
El objetivo principal fue coordinar tareas preventivas y definir roles específicos para cada organismo involucrado, con énfasis en el control, la seguridad, la salud y el apoyo logístico. Se priorizó la protección de las zonas ribereñas, consideradas las más vulnerables ante una eventual crecida mayor.
El plan de contingencia vigente contempla la habilitación inmediata de un centro de evacuados en el Club Carlos Gallini, que ya se encuentra preparado para recibir a las familias que pudieran verse afectadas. Esta medida preventiva busca garantizar una respuesta rápida y ordenada en caso de que el nivel del río supere el umbral de alerta. Las autoridades insisten en la importancia de la anticipación y la coordinación interinstitucional para minimizar los riesgos y proteger a la población.

Durante el anochecer del sábado, el Concejo Deliberante de Santo Tomé aprobó por unanimidad la Declaración de Emergencia Hídrica en el ámbito municipal. La medida, que tendrá vigencia por 180 días a partir de la promulgación de la ordenanza, faculta al Ejecutivo local a prorrogarla por un período igual si las condiciones lo requieren. Esta decisión, publicada por el portal Digital Santo Tomé, otorga a la Intendencia la posibilidad de gestionar y recibir ayuda tanto del Gobierno provincial como del nacional, con el objetivo de enfrentar la contingencia natural que afecta a la ciudad.
La situación en Santo Tomé no es aislada. Otras localidades de la provincia también experimentan dificultades a raíz de las lluvias y el aumento de los caudales. En Monte Caseros, el río Uruguay alcanzó ayer una altura de 6,12 metros en el puerto local, según datos oficiales proporcionados por la Prefectura Naval Argentina. Aunque este nivel se encuentra por debajo del umbral de alerta, el avance del agua comienza a comprometer los sectores bajos de la ciudad, lo que ha motivado la adopción de medidas preventivas adicionales.

La Municipalidad de Monte Caseros, a través de un comunicado emitido por la Dirección de Alumbrado Público, informó sobre la interrupción del servicio de iluminación en las zonas afectadas por la crecida. Las áreas comprendidas por esta medida incluyen la Costanera Norte, La Magia de un Lugar y la Zona de Punta Arena. El corte del alumbrado responde a razones de seguridad, con el propósito de evitar accidentes por contacto con el tendido eléctrico en sectores ya comprometidos por el agua. Las autoridades señalaron que el servicio se restablecerá únicamente cuando las condiciones lo permitan y se haya verificado la seguridad de las instalaciones.
Mientras tanto, se recomienda a la población evitar el tránsito por las zonas ribereñas no habilitadas, a fin de reducir el riesgo de accidentes y facilitar el trabajo de los equipos de emergencia. La vigilancia sobre el comportamiento del río Uruguay se mantiene constante, tanto en Monte Caseros como en otras localidades de la provincia, donde las autoridades locales y provinciales coordinan esfuerzos para anticipar posibles escenarios de evacuación y asistencia.
Mientras tanto, en Paso de los Libres, ciudad situada al sur de la provincia de Corrientes, la situación se tornó especialmente delicada durante la noche del sábado. A las 22:30, el nivel del río Uruguay superó los 8,50 metros, umbral establecido para activar el protocolo de evacuación oficial. Este dato, registrado con precisión, marcó el inicio de una nueva etapa en la gestión de la emergencia, ya que el curso de agua internacional continuó su ascenso durante el domingo, alcanzando los 8,89 metros al mediodía.

En contraste con el panorama de alerta en Corrientes, en cuatro puertos de la provincia de Misiones —El Soberbio, Alba Posse, Panambí y San Javier— se registró un descenso en la altura del río durante la jornada del domingo. Este dato generó expectativas positivas entre funcionarios y vecinos, quienes ven en la baja del nivel una señal alentadora. Sin embargo, el avance del pico de la crecida mantiene en alerta a la ribera central y sur del territorio correntino, donde la amenaza de nuevas inundaciones persiste.
Como parte de las medidas preventivas adoptadas en la región, se dispuso el cierre del puente Paso Troncón. Esta decisión, tomada por razones de seguridad, se implementa cada vez que el nivel del río supera los 7,50 metros. El cierre del puente busca evitar riesgos para la población y garantizar la integridad de la infraestructura, en un contexto donde la fuerza del agua puede comprometer la estabilidad de las construcciones.
Infobae