Los comerciantes del rubro pescadería siguen atentos el nivel del río. Paula Acevedo, referente del sector, contó a FM Estación Plus 94.3: “Está complicado, porque falta agua. Se dice que en un par de semanas podría llegar agua, que bajaría de la zona de Brasil. Ahí va a mejorar en la variedad de peces, que hoy se consigue, pero está resentida la cantidad. Falta que se desarrollen y tengan el tamaño necesario para poder ser pescados. Los sábalos ahora son chicos y eso complica las ventas”.

Acevedo indicó que los consumidores habituales han girado su consumo hacia las elaboraciones, “se venden milanesas, filet ó relleno de empanadas”, especificó.  

Sábalo, tararira y dorado serían las piezas más clásicas por estos días: “Hay para comer, pero por ahí no satisface a clientes que buscan pescados grandes”, contó la comerciante.

La costa diamantina es un punto clásico de provisión para las pescaderías de la zona, aunque el riesgo de desbarrancamiento motivó que la zona esté bajo permanente custodia preventiva. Asimismo, Acevedo indicó: “Ahora los pescadores tienen que ir más lejos a buscar el pescado y por eso aumentó un poco el precio. Al haber más traslado y haber aumentado las naftas, además de que se requiere ya más hielo para mantener la temperatura, derivó en un 10% de incremento, que igualmente no es tanto comparado con otros alimentos”.