La ONG "Pelucas de Esperanza -Filial Crespo-" pondrá en marcha un nuevo desafío, en beneficio de un sector de la sociedad que por el momento, no dispone de este tipo de herramientas para sobrellevar de mejor manera las diferentes instancias de su cuadro de salud.

El Grupo Terapéutico funcionará coordinado por la Lic. en Psicología, Luciana Pach, quien en diálogo con FM Estación Plus Crespo: "Queremos no sólo que la gente nos done cabellos o que participe de la Tarde Solidaria, sino que también dispongan de un espacio, que aún en Crespo no hay. El Grupo Terapéutico surge viendo la necesidad que trae aparejada esta enfermedad, en cuanto a la contención, al apoyo, a la ayuda emocional. Hacía tiempo que tenía esta motivación de poder desarrollar la psico-oncología en esta ciudad. Es la rama de la psicología que trabaja con el paciente oncológico y su familia. En Córdoba capital hice una capacitación específica en esto y en cuidados paliativos, y charlando con Loly y Javier -quienes lideran Pelucas de Esperanza Crespo-, decidimos intentar dar este servicio gratuito, planteado en una primer reunión para el sábado 19 de octubre, de 9:00 a 11:30, en la Biblioteca Popular Orientación. Será un primer encuentro, un primer acercamiento, con la intención de que el espacio funcione durante todo el año".

Recordando su experiencia en aquella provincia, la psicóloga relató: "Lo planificamos en base a la experiencia que he tenido coordinando Grupos Terapéuticos en Oncativo, donde estuve ocho años. Está a  unos 250 km de Córdoba capital y asistían personas de unos 40 años en adelante y hasta unos 75 años aproximadamente. Había pacientes que desandaron todo el tratamiento y participaban del grupo con una aceptación enorme y una gran expectativa por el próximo encuentro. Está confirmado que el trabajo terapéutico con el paciente, sirve mucho más que la terapia individual. No se descarta, pero el trabajo del mismo grupo va generando efectos muy positivos, se advierte un crecimiento de cada persona, que va haciendo un proceso interno en base a lo que el grupo le ofrece".

La profesional sostuvo que los interesados pueden irse sumando y agregó: "No todos van en un primer momento, pero esperamos que de a poco sea un lugar de referencia, tanto para pacientes como para las familias. Todo lo que no se habla, nos termina enfermando. Expresarnos ayuda a sanarnos. No sólo tiene buen resultado la escucha -como en la terapia individual-, sino esta idea de que a todos nos puede pasar y que podemos buscar recursos como para capitalizar lo que nos pasa. Se compartirán tristezas y alegrías como las del alta, un estudio que sale bien y demás, no es que nos vamos a reunir para llorar. Obviamente va a haber momentos más movilizantes, pero intentamos poner lo mejor de nosotros para que sea un espacio donde dejemos transitar nuestras emociones y sepamos manejarlas".

"Es un espacio proyectado para pacientes adultos, aunque no descartamos más adelante pensar en algo para niños", dijo Pach.

Dirigiéndose a los pacientes que le darán dinamismo y protagonismo a esta propuesta, Luciana Pach comentó: "Muchas veces en esta patología, uno cree que está solo, que no hay salida, que le tocó por algo que ha hecho entonces aparece la culpa, roza con nuestra falta de autoestima, incertidumbre también, porque el paciente tiene más preguntas que respuestas. Hay pacientes que cuentan que el mismo médico le ha dicho 'no busques en Internet' y es una recomendación que ayuda mucho, más allá de que el paciente quiere saber. En Internet no va a encontrar la respuesta a su caso particular, hay que tenerlo muy en cuenta. Hay información distorsionada. La explicación del caso individual es fundamental. El Grupo Terapéutico es una excelente red de contención, que genera replanteos internos en cada uno, favoreciendo entender que a otro le salió bien el tratamiento, que tal vez tiene una vida más funcional que antes, que encontró respuestas. Está muy asociado a cómo manejamos nuestras emociones. No nos cuidamos emocionalmente, y para ello hay que conocer herramientas. Este espacio funcionará como un circulo catártico". 

La participación tiene un acuerdo o regla básica: "Lo que sucede ahí, sirve solamente en ese momento y para esa situación", remarcó la profesional y explicó: "En ciudades chicas, cuesta abrirse a estos espacios, porque se cree que lo que uno va a contar ahí, lo va a saber todo el mundo. No es así. Hay que entender que son intervenciones para un cambio interno, para poder desarrollar mejor las actitudes externas. Es una base del grupo. Creo que a mucha gente le va a venir muy bien".

Por su parte, Loly Gassmann, que hizo posible la filial local de esta solidaria ONG de Gualeguaychú, que confecciona pelucas para niños/as en tratamiento oncológico; celebró la proximidad de este importante paso a nivel comunidad: "Cuando una paciente se entera de su diagnóstico, ya decide empezar a cortarse el pelo de a poco, cosa de que cuando se les caiga totalmente, el golpe emocional no sea tan fuerte. Llegan a casa con 15 cm y después otros 15 cm y al par de semanas están pidiendo las pelucas. En esas circunstancias se ve que se sienten solas, pese a que tienen la contención de sus familias, pero ha pasado que coinciden en su llegada a casa y se ponen a charlar de lo que están atravesando, de alguna sugerencia del médico, y se nota que hablar con ese par reconforta. Creemos que existe la necesidad de sentir que no están solos, no les pasó sólo a ellos y por eso decidimos arrancar con el Grupo Terapéutico Pelucas de Esperanza Crespo-".