Llega a Argentina el primer avión de repatriados de Israel
A las 23:00 hora local (18:00 de Argentina) partió desde el aeropuerto de Fiumicino, en Roma el primer vuelo de argentinos repatriados de Israel.
El Ministerio de Asuntos Exteriores del país abrió el sábado, día del feroz ataque sin precedencia del grupo terrorista Hamas, una línea directa para que los ciudadanos argentinos puedan volver solicitando la repatriación en el marco del operativo “Regreso Seguro”.
En este contexto de extrema tensión y escalada del conflicto, Argentina está realizando un puente aéreo para evacuar a los ciudadanos que se encuentran en Israel realizando vuelos con aviones militares desde Tel Aviv a Roma, para luego con vuelos especiales de Aerolineas Argentinas ser transportados al país.
De los 1419 ciudadanos que pidieron ser evacuados, hoy viajaron 264 connacionales, en el primer vuelo de la línea de bandera -en su mayoría estudiantes menores de edad que se encontraban realizando un intercambio en Israel, junto a familias con niños y adultos mayores con movilidad reducida.
“Nuestra prioridad hoy es evacuar de Israel a los argentinos y argentinas menores de edad que estaban realizando un intercambio educativo”, explicó el Canciller Santiago Cafiero a través de su cuenta oficial de X.
Entre los pasajeros de esta noche que vuelven a su casa está Karen, una estudiante de 16 años de la escuela secundaria Ort de Rosario que se encontraba en Israel participando de un viaje de estudio, quien contó a Ámbito que “en el momento del ataque estábamos durmiendo en Netanya y nunca pensamos que podíamos vivir un ataque de esta magnitud y que pudiera ser verdad lo que está sucediendo”.
También en la tripulación viajaron Berta y Fortuna, dos estudiantes de 15 años de la escuela judía Toratenu de Buenos Aires. Las chicas contaron que vivieron una experiencia dramática: “sonó la alarma en el micro mientras volvíamos al hotel de una actividad recreativa y tuvimos que bajar corriendo meternos en un lugar cerrado porque caían misiles” y remarcaron que “aunque todo terminó bien vivimos momentos de horror y quedamos muy exaltadas” asegurando que “sólo logramos tranquilizarnos al hablar con nuestros padres quienes no pudieron contener su llanto viendo las imágenes de los ataques”, concluyeron las dos adolescentes.