La ciudad esconde historias y sus antiguas construcciones fueron escenario de ricas páginas de la historia local. Hace pocos días cayó rendido al paso del tiempo un edificio que pertenece a la empresa Folmer y que las nuevas generaciones conocieron como una vieja casona abandonada en la zona céntrica de la ciudad. El viejo y derruido edificio dará pasó a la modernidad y prosperidad de nuevos proyectos de la firma propietaria del lugar.

FM Estación Plus 94.3 Crespo dialogó con el escritor e historiador local Orlando Britos sobre esa antigua construcción que se mantuvo en la historia de la ciudad hasta el 10 de noviembre de 2023.

Según explicó Britos “Ese edificio que estuvo en pie hasta hace unos días, tenía entre 125 y 135 años. Sobre su construcción exacta no hay documentación, a la que pudiera tener acceso, pero por otros datos que pude ir recolectando, comprobé que data de entre 1890 y 1900”.

“Los constructores de ese edificio pueden haber sido dos -ya que no hay datos concretos-, pero fueron los que más edificios hicieron en la zona céntrica. Uno es don Mateo Pratti, y el otro es Luis Bertolozzi, ambos inmigrantes italianos, que realizaron la mayoría de la arquitectura del centro de Crespo”.

Britos asegura que “Alguno de ellos dos tiene que haber hecho esa emblemática casa de Estrada y Av. Humberto Seri, entre los años 1890 y 1900. La mandó a hacer don Emilio Tomás Schaller”. 

Britos graficó con un ejemplo, “si hablamos de Mateo Pratti, hizo lo que conocimos como Farmacia Schroeder (San Martín e Yrigoyen), o donde funcionó la boutique de la familia Hamdan. Ese edificio sobre calle San Martín está tal cual como lo hizo Pratti”.

“Don Luis Bertolozzi hizo su casa, a la que llamamos “La Casa del León”, o también conocida como “La Casa de Plem”, ubicada frente al salón de la Parroquia del Rosario (Independencia y 3 de Febrero), hoy propiedad de la familia Ruch. Esa casa se levantó en el 1900 y este hombre le puso como ornamentación sobre la ochava -en el parapeto-, una esfinge de un león (Bíblicamente el león o los leones, representaban el valor y la fuerza contra la malignidad). Hay mucha gente pasa por ahí y quizás nunca ha prestado atención a ese detalle”.

Quién fue Emilio Tomás Schaller

“Don Schaller fue un importante dirigente del automovilismo en Crespo. Era uno de los más destacados, desde la primera carrera allá por 1936 y hasta la década del ‘50. Fue muy conocido además, por ser miembro del Automóvil Club Villa Crespo, que fue la primera entidad que comandaba toda la organización de las competencias en la localidad.

De hecho, el 22 de septiembre de 1940, en una de las competencias automovilísticas que se desarrolló en Crespo, se crea la Corporación Entrerriana de Automovilismo. Es decir, la entidad más grande, la que comenzó a reglamentar todo lo que concernía a las carreras en la provincia. Don Emilio Tomás Schaller fue partícipe, miembro titular de esa Corporación Entrerriana de Automovilismo también”.

Club Social Villa Crespo

El historiador crespense indicó que “En esa esquina Schaller hizo un salón también, y en esa construcción se constituyó el Club Social Villa Crespo, que funcionó allí por varios años. Fue una institución con actividad pública durante varios años: organizaban bailes, reuniones, reuniones danzantes y demás. Ese club fue de los primeros que hubo en esta zona”.

La llegada de ADYC a ocupar ese lugar

Britos rememoró “Cuando el Club Social Villa Crespo desapareció, las instalaciones pasaron a ser ocupadas por el Club Cultural (ADYC), que había sido fundado el 1 de Mayo de 1941, en el bar de Marcelo Mildenberger (Alberdi y Otto Sagemüller), y que hasta entonces no tenía sede social. Las reuniones las hacían en el bar de Marcelo, entre copa y copa, escenario en el que surgió la idea de alquilar esa esquina de Estrada y Av. Seri, para que sea sede”.

Grandes noches de Box

Britos explicó a FM Estación Plus Crespo “Prontamente se instalaron allí, con una cantina que fue muy famosa, porque contaban con la primera o una de las primeras mesas de casino.

Además del salón, había un patio grande, se instalaba un ring y se hacían combates de box, un atractivo para esa época. En el apogeo del boxeo, tuvimos exponentes como Aurelio Díaz o Pancho Segovia, por dar algunos ejemplos. Aurelio Díaz fue cartelera del Luna Park, en la mejor época del Luna. Peleaba con los campeones, con los profesionales. También Mario Pérez, que peleaba profesionalmente y también llegó a destacarse en el Luna Park·.

“Pancho Segovia llegó a ser un gran profesional del boxeo también. En esta esquina de la ciudad, pelearon muchos más, como Artemio Izaguirre - papá de Sergio Izaguirre-, que fue un gran boxeador, y el hermano -que trabajaba en el Banco Entre Ríos-, Rolando Izaguirre”.

“Otro que peleaba en ese lugar fue Oscar Barreto, hermano de Doña Ema Barreto de Aguiar. Era famoso regionalmente, peleaba en Nogoyá, Victoria, Crespo, Viale, y se lo conoció como "Kit Soga", porque al mejor estilo Nicolino Loche, se acomodaba en la soga y tenía muy buena vista y esquivaba muy bien. Kid Soga era Oscar Barreto y fue famoso también.

A Oscar Barreto la gente le dio el apodo boxístico de "Kid Soga", porque tenía mucha vista para esquivar”.

Una anécdota desopilante en una noche de box

En una de las famosas veladas de Box, ocurrió una anécdota muy graciosa: una noche habían organizado una jornada, con algunos combates centrales, y se ponían otras tres peleas de relleno, a tres o cuatro rounds. Esas preliminares eran, un buen entretenimiento, hasta que llegaran los números centrales, la de semi fondo y la de fondo. Entonces resultó que las tres preliminares no terminaron en los tres o cuatro rounds -que es lo que estaba programado-, sino que terminaron al minuto, minuto y algo, por knock-out las tres.

En menos de la suma de una pelea, se habían terminado las tres. Tenía que venir la de semi fondo, pero apenas eran las 22:00, había que hacer algo urgente, porque era muy temprano y la cantina recién había empezado a vender, y la cantina era un rubro importante para el club. Hubo que salir a ver qué hacer y fue así que alguien de la organización, propuso buscar a alguno del público que quiera pelear, con uno de los de afuera o con otro de Crespo. Buscaron a uno del público- que era pintón y practicaba box-, pero no muy hábil con los guantes.

Siguieron buscando a otro, hasta que preguntaron ¿quién otro quiere subir? Lalo Izaguirre, dice “Yo, yo, yo lo voy a enfrentar”. Se puso los pantalones, lo llevaron para adentro y salió. La barra lo aclamaba “Lalo, Lalo”, y se armó un revuelo. Entra Lalo -con canillitas flacas y un pantalón que le quedaba holgadísimo-, abren así las sogas para que ingrese al ring y empieza a saludar a todo el mundo. El público estaba enloquecido. Y Lalo mareado por la fama tan vertiginosamente lograda. Lo seguían aclamando, pero él no sabía contra quién peleaba.

Entonces llegó el otro, que sabía algo de boxeo, pegaba fuerte, lo mirabas y te asustabas. Para colmo llegó resoplando fuerte y tirando piñas al aire. Ahí Lalo lo vió, se asustó y salió por el otro costado, disparando. Se fue del centro del ring y empezaron a correrse alrededor de la gente. El tipo lo corría a Lalo, y Lalo que disparaba para que no lo agarren.

La aparición del fútbol en Cultural

Britos explicó que “Cultural organizó su primer equipo de fútbol, que jugaba en la cancha ubicada donde hoy está un predio de Sagemüller, en Alberdi y Otto Sagemüller. Allí jugaron por varios años, hasta que el club compró el predio donde está actualmente”.

“Una de las primeras formaciones era (parados) “Lolo” Schneider -tío de Carlitos Schneider-; Pablo ‘La Lechuza’ Castillo, que ataba su yegua atrás del arco para desempeñarse de arquero; José ‘Pepe’ Motta -papá de Héctor-, fue un gran jugador; Manuel Schmuck; Manuel Platz; Marcelo Mildenberger.

Sentados: Gaspar Paul; Nicolás Paul; Pedro Gerhauser; Roberto Schneider y Pochito Sinisgalli. Nombro sólo algunos para que tengan una idea”.

La llegada del Básquetbol

“En 1941, se crea una subcomisión de básquet. Fue la impulsora de un equipo de hombres y de mujeres, en esa disciplina. Entre las mujeres estaba Zulema Jacob de Marega, que fue maestra en la Escuela 54; Chona González; Elsa Lindt; Elvira Mildenberger; Adela Heinze de Izaguirre, Amalia de Spreáfico -la abuela de Andrés-; Juanita Stieben -la mamá del fallecido Ernesto, "gordo" Stieben-; Beba Minguillón de Méndez -hija de Don Salustiano-, y Haydee Miranda de Cortabitarte”.

Créditos:

Entrevista: realizada a Orlando Britos en FM Estación Plus 94.3 Crespo el 12 de Junio de 2023

Fuentes de fotos y epígrafes: Revista Oficial de los 50 años de ADYC, cuyo director fue Orlando Britos, en 1991. La foto de don Emilio Tomás Schaller fue tomada, del libro de Orlando Britos “La Historia del Deporte de la Ciudad de Crespo” año 1998.