Quinteros de Chajarí tiran sus mandarinas por falta de consumo
En la Argentina volvió a tirarse fruta por la falta de mercados para colocarla. Sucede en la zona citrícola de Chajarí, Entre Ríos.
El video que muestra esta situación fue compartido en las últimas horas en sus redes sociales por Elvio Calgaro, que es productor citrícola, dirigente de la Federación Agraria y expresidente de la Federación de Citricultores de Entre Ríos.
En las imágenes se puede ver como un camión descarga miles de mandarinas en un basurero municipal de Villa del Rosario. A su alrededor son muchos otros montículos semejantes los que se cuentan. Es fruta que se derrama antes de que se pudra.Calgaro fue entrevistado este jueves en el programa Colonia Agropecuaria, por AM550, y explicó la situación. “Lamentablemente veníamos bien y las ofertas (de fruta) iban acompañando la demanda en los últimos dos o tres años, por la sequía había un equilibrio”, describió inicialmente.
“¿Y qué pasó? Llegaron la lluvia, acompañadas justamente con el problema del receso económico que hay. El poder adquisitivo de la gente se cayó, se desplomó, eso es lo que nosotros notamos, y por lo tanto hay un poco más de fruta pero menos consumo”, indicó el citricultor.
-¿Entonces, qué pasa con esta fruta que sobra?
-Esta fruta es perecedera, como el tomate, llega su momento y si no la consumiste se empiezan a pudrir, entonces no llegan al mercado, no la podés mandar. Y eso que es para muchos de las mandarinas más apetentes, la más rica. Es la criolla, es la común. Bueno, lamentablemente están pasando estas cosas porque no se la pudo sacar en tiempo y forma al mercado. Bueno, se pasó y vienen detrás otras variedades. Ahí están los resultados.
-¿Están tirando entonces varios productores ahí en tu zona los excedentes de mandarina criolla que no se pudieron colocar en el mercado, porque la demanda bajó bastante por la crisis económica?
-Exactamente, exactamente.
Las jugueras, “saturadas”
Calgaro contó que una opción que tienen los productores ante un bajón de la demanda como el que se registra es enviar la fruta de descarte a las fábricas de jugo. Pero las jugueras “están saturadas” y además le dan prioridad al procesamiento de naranjas para jugo, que es un producto que está cotizando bien en los mercados internacionales.
“Yo en este momento estoy adelante de la fábrica de nuestra Cooperativa. Hay mandarina y está trabajando las 24 horas la fábrica. Hay muchos productores que vienen a tratar de salvar, qué sé yo, el costo del gasoil”, contó el dirigente.
-¿La venden a la juguera para tratar de recuperar el gasoil que gastaron en la cosecha?
-El gasoil, sí. Vos escuchás que aumenta y aumenta. Y seguimos con los impuestos, que aumentan y aumenta ¿Cuándo van a parar? Vos decís en un momento, ya está. ¡Paren! ¡Paren un poco, ya está! Eso te preocupa porque te aumentan los costos de producción. Lo peor le puede pasar a un productor es ver tirar su producción, porque detrás de cada mandarina hay mucho esfuerzo, mucho sacrificio.
-Esta que se muestra en el video es además fruta que se cosechó y guardó. No es que quedó el árbol sin cosechar…
-Exactamente, se hicieron los gastos de cosecha, incluso alguno tuvo algunos días en cámara para aguantarla, a ver si podía evitar tirarla. Pero bueno, no hay salida (hacia el mercado) y se vienen otras variedades, y hay que tirarla. Sí tenemos conocimiento de que mucha fruta de esta variedad va a quedar en planta. Se anuncian heladas el domingo. Creo que seguramente va a ayudar a que se vayan al piso.
Fábricas saturadas
-¿Cuánto puede aguantar una vez cosechada la mandarina al menos hasta que sea procesada?
-No podés aguantar todo eso, tiene que llegar y ser exprimido. Y cuando vos ves que están las colas de camiones y de camionetas, con los acopladitos, con todo el mundo queriendo entrar a salvarse, se complica el panorama. Entonces, hay que poner cupo, darle la posibilidad a que todos los productores puedan entregar un poco de fruta. En los últimos años acá se hicieron prácticamente cuatro o cinco fábricas en la región, pero están todas saturadas.
Calgaro apunta que el mercado de mandarinas se distribuye un 70% para el consumo en fresco, un 20% para la industria y solo 10% para la exportación. Y explica: “La fábrica está preparada para absorber ese 20%, pero no para que te llegue un 50% de la producción”, que es la que no se pudo colocar en el mercado fresco.
-¿Tenés idea de la cantidad de toneladas que pueden estar tirándose o no han hecho la cuenta?
-En las imágenes se puede ver una parte de la planta de tratamiento del municipio, pero tranqueras adentro, en muchas de las propiedades, todo el mundo tiene su depósito, y ahora son residuos, ya está podrida, la fruta va a parar ahí. Entonces vos ves montones de fruta en las propiedades.
-Más allá de esta situación puntual con la mandarina criolla, que esperemos no se repita con las otras variedades de cítricos que salen al mercado, ¿cómo va la campaña?
-Mirá, estamos en plena zafra. Te diría que vamos a tres meses de una zafra que dura nueve, porque ahora hay variedades que prácticamente se juntan con las otras. Cada vez hay más variedad y el ciclo es prácticamente todo el año. Pero se vino abajo, se vino muy abajo. Veníamos bastante bien, y comenzó a desplomarse. Notamos nosotros que hay un problema serio en el consumo, no hay fuerza, porque si hoy te pagan 150 pesos un kilo, a la fábrica ya no le están cerrando los números tampoco a 150. Enfrente tenés un litro de gasoil que en el interior vale 1300 pesos. ¿Cuántos kilos necesitas de mandarina para comprar un litro de gasoil? Y bueno, estamos complicados, porque aparte se suman todos los costos. Arrancamos así, tenemos miedo que por ahí esto pase a otra producción, a otra variedad. que se prolongue en el tiempo.
(Bichos de Campo)