En resguardo de la fauna, defendiendo el derecho animal -en cualquiera de sus especies-, y procurando garantizar el cumplimiento de la Ley Provincial de Caza N° 4841, la Brigada de Abigeato Paraná inició una investigación que derivó en un positivo allanamiento este miércoles, en Paraná. 

El procedimiento no sólo fue satisfactorio en sus resultados, sino también en el efecto potencial del mismo, ya que se evitó la probable comercialización de cada uno de esos ejemplares, que en el caso del Cardenal amarillo o el Boyero, su cotización ronda el millón de pesos. La transacción posible de realizar con las aves rescatadas, iban a implicar la continuidad de su vida dentro de una jaula.   

En forma articulada, la Dirección de Recursos Naturales y Fiscalización de Entre Ríos -a cargo de Marcelo Sapetti- y la Brigada Paraná de la Dirección Prevención Delitos Rurales -a cargo de Leandro Peralta-, llevaron adelante diligencias y tareas de campo que encausaron serias sospechas de presunta comercialización de aves. Se indicó a FM Estación Plus Crespo que los indicios colectados permitieron individualizar a los posibles implicados y establecer la vivienda de Barrio San Agustín, donde se concentrarían los pájaros cazados.

La hipótesis fue certera. Contando con la anuencia del Juzgado de Garantías N° 4, a cargo del Dr. Julián Vergara, este 11 de diciembre, dotaciones de brigadistas de la sede ubicada en la capital entrerriana desembarcaron en un domicilio de calle Coronel Camino. "Se secuestraron un total de 13 jaulas, como así también 6 hierros perchas, 3 recipientes con alimento, y como objetivo principal, 13 aves. De hecho, contamos con la presencia y valiosa colaboración del guardafauna honorífico Bruno García, cuyo aporte nutre las actuaciones instruidas", apuntó a FM Estación Plus Crespo el Crio. Ppal. Leandro Peralta.  

El funcionario detalló que "se hallaron dos Juan Chiviros o Pepiteros comunes; un Siete colores; un Pepitero verde; dos Reinas Mora común; un Cardenal amarillo; un Cardenal colorado; una Corbatita; dos Cabecitas negra; un Mixto común; y un Boyero".

Las aves serán liberadas por los brigadistas en zonas costeras, alejadas de la urbanización; mientras que las jaulas son destruidas, tal como lo indica la legislación vigente. Asimismo, los moradores -entre ellos el acusado en el expediente de referencia-, fueron correctamente identificados, quedando supeditados a lo que determinen las autoridades competentes.