Las escuelas católicas recordarán al Papa Francisco con jornadas de reflexión y oración

Tras el fallecimiento del Papa Francisco, las escuelas católicas de la Arquidiócesis de Paraná han optado por continuar con las clases, pero generando espacios de reflexión y oración en memoria del pontífice argentino. Así lo expresó el sacerdote crespense José Carlos Badano, delegado Episcopal para la Educación Católica, en diálogo con FM Estación Plus Crespo.
“Se decidió seguir con las clases, pero realizando momentos para recuperar su figura con los estudiantes y rezar por él”, explicó Badano. En su escuela parroquial, como en muchas otras de la arquidiócesis, ya se llevaron a cabo instancias de oración. Estos actos se extenderán hasta el día del sepelio del Santo Padre, previsto en el Vaticano para el sábado. “Cada profesor puede abordar el tema, aunque naturalmente, el espacio por excelencia para hacerlo es en la materia de Educación Religiosa o Catequesis”, aclaró.
Además, muchas instituciones están organizando jornadas especiales dedicadas exclusivamente a la memoria del Papa, ajustándose a sus posibilidades y tiempos. “Algunas escuelas lo hicieron hoy, otras lo harán mañana o pasado. Lo importante es que cada comunidad educativa tenga su espacio para este homenaje espiritual”, subrayó.
Una misa especial en Paraná
A nivel arquidiocesano, la misa en la Catedral Metropolitana de Paraná fue reprogramada para coincidir con las exequias oficiales en Roma. “Entiendo que será el sábado, con la presencia de nuestro obispo. Si bien aún no se ha confirmado oficialmente, todo indica que ese día nos congregaremos para la misa en la catedral”, expresó Badano.
En cuanto a los protocolos, indicó que se ha dispuesto que las banderas flameen a media asta en las instituciones, en consonancia con los siete días de duelo nacional decretados por el gobierno argentino.
Un vínculo personal con Francisco
El sacerdote compartió también algunos recuerdos personales con Jorge Bergoglio, antes y después de convertirse en Papa. “Lo saludé un par de veces en Buenos Aires, cuando era arzobispo, y luego en Roma en 2014, ya como Francisco. Fue muy cálido con nosotros y envió saludos para monseñor Puiggari, a quien recordaba muy bien”.
Relató además cómo el afecto de la gente acortó ese encuentro. “La multitud lo rodeaba con abrazos, preguntas, una emoción tremenda. Me quedó ese recuerdo imborrable”, dijo.
La deuda pendiente: su visita a Argentina
Consultado sobre la visita del Papa a su país natal, Badano no ocultó la tristeza compartida por muchos fieles. “Lamentablemente no se concretó, aunque hubo intentos. En 2013 vino a Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud, y organizó allí un histórico encuentro con argentinos en la catedral de Río. Fue cuando pronunció su célebre frase ‘hagan lío’”.
“El Papa quiso estar cerca de los argentinos. En el Vaticano, incluso había un sector reservado en la Plaza San Pedro para los compatriotas, con solo presentar pasaporte. Pero con el tiempo, eso se restringió un poco”, recordó.
También reconoció a FM Estación Plus Crespo que algunas críticas hacia el pontífice se originaron por percepciones políticas o decisiones personales, pero destacó su verdadera dimensión: “Francisco fue un reformador, un hombre de grandes trazos. No buscó simplemente continuar lo establecido, sino dar un tono nuevo a la Iglesia”.
“Fue el Papa que lavó los pies a los presos cada Jueves Santo, el que recibió a jóvenes abortistas, no binarios, abusados. Hablamos de alguien que entendió que todos merecen ser escuchados”
Un legado de apertura y compromiso
“El Papa convocó al sínodo sobre la familia, abrió el diálogo sobre temas antes vedados: la situación de los divorciados vueltos a casar, el lugar de la mujer, los homosexuales. Quiso reformar las finanzas del Vaticano, profundizar el diálogo interreligioso, y abogar por la ecología y los pobres. Fue un hombre de gestos fuertes y cercanos”, expresó el sacerdote.
Mencionó, entre otros, el gesto de enterrar a un hombre sin techo junto a los cardenales, su visita a Lampedusa para ver el drama de los refugiados, o sus frecuentes llamados a parroquias en zonas de guerra. “Fue el Papa que lavó los pies a los presos cada Jueves Santo, el que recibió a jóvenes abortistas, no binarios, abusados. Hablamos de alguien que entendió que todos merecen ser escuchados”, resumió.
“Francisco fue un reformador, un hombre de grandes trazos. No buscó simplemente continuar lo establecido, sino dar un tono nuevo a la Iglesia”.
Mirada hacia el futuro
Finalmente, Badano expresó su esperanza en que el próximo pontífice continúe la línea de apertura iniciada por Francisco. “Creo que sí, que hay cosas de las que ya no se vuelve atrás. Hoy todos, desde el cristiano común hasta las altas autoridades, nos sentimos parte del futuro de la Iglesia. Todo se puede conversar, aunque no se pueda conformar a todos”.
La figura de Francisco, marcada por la cercanía, la humildad y una profunda vocación reformadora, deja una huella imborrable. Y mientras el mundo católico se prepara para despedirlo, en cada aula y en cada misa, se multiplican las oraciones por quien fue, para muchos, el Papa del pueblo.