Se reactivó la causa judicial que investiga por qué un entrerriano ingresó a operarse la vesícula y salió en estado vegetativo



Osvaldo Cardoso es un nogoyaense, que desde hace 3 años se encuentra en estado vegetativo, con cuidados complejos y específicos, en su domicilio en esa ciudad. Su cuadro irreversible se produjo mientras estaba en el quirófano de un sanatorio de la República Oriental del Uruguay. Por razones laborales se encontraba en el vecino país, cuando un dolor agudo lo llevó hasta el centro asistencial. Todo cambió para siempre y su familia clama justicia.
Acerca de la investigación penal uruguaya, por presunta mala praxis, Ana Adur -su esposa-, precisó a FM Estación Plus Crespo: "Le ocurrió el 20 de mayo de 2022. Habían pasado dos años, en los que se había llamado a pocas personas a declarar, pero la causa en sí misma estaba muy estancada. Yo viajaba y hablaba a los Tribunales de Uruguay, la Fiscal me decía que ella estaba sola en el cargo, que tenía mucho trabajo acumulado, que no podía avanzar en este caso y en base a ello, con mi abogada decidimos pedir un cambio de Fiscal, lo que resultó favorable. Lo que esa funcionaria judicial no pudo hacer en dos años, la nueva Fiscal lo logró en en 20 días. Se movió muchísimo la causa, llamó a declarar a un buen número de personas que faltaban, cuyos testimonios eran importantes. Entre ellas, a la supuesta anestesista. Lo manifiesto así, porque ella no tiene o no es egresada de esa especialidad. Según dijo, tenía un permiso de la cátedra para poder ejercer, pero el Ministerio de Salud lo desmintió. La Facultad también desmintió ese supuesto permiso. Igualmente, se presentó con tres abogados, dió su testimonio y quedó en presentar pruebas de ese permiso que invoca. Ese plazo se cumple esta semana y veremos cómo sigue todo. La espera se torna indignante por momentos, pero tengo mucha fe de que se va a esclarecer en algún momento. Lo deseo no sólo por Osvaldo, sino porque prácticas irregulares son un peligro para toda la sociedad. Creo que esta persona siguió trabajando, no como anestesista, sí como médica general".
La justicia uruguaya pone el ojo en las circunstancias que rodearon la anestesia del paciente y su debido control. Algunas cuestiones han quedado ventiladas y plasmadas en el expediente: "En las audiencias se ha manifestado que ella llegó tarde a la cirugía -que estaba programada para las 14:30-, dijeron que la habían tenido que llamar varias veces y argumentó haberse dormido", dijo Ana y agregó: "Cuando vino al quirófano, lo anestesió, lo entubó, pero hay expresiones de terceros de que dan a entender que no sabía manejar bien el carro de anestesia; ella sostiene que era bastante tecnológico. Refieren que en un momento -ya sedado-, salió afuera a hablar por teléfono -según ella, igualmente lo tenía a la vista-, pero habiendo pasado alrededor de unos 20 minutos de la cirugía, se da cuenta un instrumentista que a Osvaldo le había cambiado el color de la piel. Ahí sería cuando detectan que nunca había activado una válvula que permite el paso de oxígeno. Eso habría sucedido después de reiterados pedidos de que regrese a la cirugía. Incluso, las personas que declararon, dicen que tuvieron que pedir ayuda a una de las médicas de Terapia Intensiva, que lo desfibrila y lo saca del paro. Logró revivirlo, pero las secuelas cerebrales son irreversibles". Las esperanzas y expectativas están puestas en que todo el material probatorio habilite la elevación a Juicio.
Los días de esta familia entrerriana cambiaron abruptamente. La señora contó que "el caso de mi marido es irreversible. Desde hace un año está en casa, muy bien cuidado. Tiene servicio de enfermería las 24 horas, está estable y bien. Él no se conecta con el ambiente que lo rodea, ni con nadie; no puede hablar; tiene una traqueotomía -por donde respira-; y se alimenta con el botón gástrico. Quedó cuadripléjico. Hemos conseguido un elevador grúa, porque es muy pesado para moverlo, y así lo levantamos. Lo pasamos a una silla de ruedas, podemos bañarlo con una ducha manual. Son cuidados en los que hemos podido mejorar; pero lamentablemente quedó así. Osvaldo lleva 3 años en esta condición".
A la complejidad emocional hay que sumarle los esfuerzos económicos, para que la salud de Osvaldo no se deteriore aún más. Su esposa recordó que "en casa se construyó una habitación especial para él, como un pequeño sanatorio. Tiene la bomba de alimentación, un aspirador, el elevador. He gestionado ante ENERSA y han accedido a prestarme una usina, para poder sortear los momentos en que se corta la electricidad. En ocasiones que ha atravesado infecciones respiratorias, le hemos podido pasar oxígeno. Tiene kinesiología y controles médicos a domicilio. Estamos equipados como para poder atender las situaciones que se presentan. Cada tres meses se deben cambiar las sondas de la traqueo, hay que tener disponibles sondas para aspirar también, en fín. Le estamos curando una escara, que conlleva elementos que son de venta libre y hay que afrontarlos. Él tiene PAMI y yo lo tengo como adherente de mí en IOSPER, ahora OSER. Hay medicamentos o cosas que cubren las obras sociales y otras no. Por ahí tramitamos reintegros, y hay insumos que los compramos nosotros".
"Busco justicia por mis hijos y para que no vuelva a ocurrirle a nadie más", afirmó Ana Adur, quien se convirtió en el pilar de esa familia de Nogoyá. Denotando nobleza, aún en una situación crítica como la que vivencian, señaló: "Creo que hubiera sido distinto si en Amedrin, inmediatamente me hubieran dicho lo que pasó, me hubiesen dejado traerlo a Argentina e intentar reducir el gran daño causado. Hay que perdonar, pero que yo perdone no quiere decir que no se haga justicia. En su momento tenía impotencia, enojo; ahora ya no les guardo rencor. Confío en Dios, en la Justicia Divina y espero que la justicia de los hombres también aparezca en este caso", concluyó.