Aborto legal: “Es una batalla cultural ganada”, afirmaron desde un grupo feminista de Crespo
Jimena Goettig, vocera de un incipiente grupo feminista que se encuentra en proceso de formación en Crespo, se manifestó satisfecha por esta instancia legislativa y en diálogo con FM Estación Plus 94.3indicó: “Estamos súper felices, porque esta media sanción es un hito en esta lucha de muchos años. Falta mucho por hacer: resta que pase por el Senado, por el Ejecutivo, para recién ser una práctica; pero para nosotros es una batalla cultural ganada. Estamos realmente muy emocionadas y no sólo mujeres, porque varones que integran el grupo también acompañaban esta postura”.
La previa y el transcurso a una sesión maratónica, significó una expectativa especial: “Fue muy estrecha la votación, así que estuvimos hasta el último minuto comunicándonos entre nosotras, muy nerviosas. Ayer nos acercamos a la vigilia que hubo en Paraná, desde las 16:00 las compañeras de Crespo viajamos hacia la Plaza de Mayo y después la vigilia se continuó en un bar, para no pasar tanto frío a la intemperie. Saludo y abrazo a todas las que le pusieron el cuerpo, porque esta lucha ingresó al Congreso por la larga resistencia en las calles”, contó la joven universitaria.
“Nuestra motivación no es lo que pasa en el Congreso de la Nación, sino luchar por nuestras vidas, por las vidas de muchas compañeras, por las mujeres y de todas las personas argentinas, porque el feminismo otorga igualdad, sana y salva”, dijo Jimena, en alusión a la motivación por mantener una presencia activa en la sociedad local.
Consciente de que quienes se oponen a la legalización se fundan en la preservación de la vida naciente, la vocera del grupo feminista crespense refutó: “Un embrión es un embrión y un feto es un feto, no es un bebé. Los invito a acercarse al proyecto de ley, que es complejo, que busca no llega al aborto y si se llega, que se haga en condiciones de sanidad. El aborto está y existe, de hecho tenemos mecanismos para acompañarnos, pero necesitamos que sean seguros y un apoyo por parte del Estado. Para nosotros ya es legal, no le vamos a preguntar a nadie. Generalmente el aborto se realiza en la semana 6, 8 ó 10, aunque le proyecto postula hasta las 14 semanas. Se realiza con medicación en la medida de lo posible y si no se termina de concretar, se realizar otras prácticas que son seguras si se practican de manera correcta. Hacemos el énfasis en la educación sexual integral. No es un momento lindo de atravesar, algunos hablan de emocionalmente un sentimiento de culpa, pero en realidad es una construcción social que recae sobre los hombros de la mujer, porque en realidad hay padres que abortan todos los días y andan impunes por la calle. Ellos sí pueden elegir si tener o no un hijo y nosotras también tenemos el derecho de poder diseñar nuestro proyecto de vida. Ese feto o embrión no tiene conciencia, no siente dolor, sin embargo la mujer tiene historia e identidad. Atrás de cada mujer que está en esa situación hay un eyaculador irresponsable, que por ahí tampoco se quiere ver”.
“Es un problema de salud pública”, afirmó Jimena Goettig y agregó: “Debe haber un equipo interdisciplinario que acompañe a la mujer que decide hacerlo voluntariamente, en cada hospital público, como ocurre con otras patologías. No escuchar su voluntad afecta más la salud de la mujer, que llevar adelante un aborto seguro”. La vocera sostuvo que se continuarán reuniendo en ámbitos cerrados de fortalecimiento grupal e intercambio de ideas, aunque no descartó alguna actividad pública en las próximas semanas, de cara a lo que será el debate en la Cámara de Senadores.