La falta de lluvias está golpeando fuertemente a la actividad productiva entrerriana. Según datos de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Bolsacer), la precipitación promedio de diciembre se ubica en 130 milímetros, en una serie evaluada de los últimos 17 años. En el caso del año 2021, el promedio se ubicó en 16 milímetros, es decir que con la sequía se registró una merma del 88%.
En cuanto a la territorialidad, el déficit es generalizado. Según la institución empresarial, el peor escenario se encuentra en el centro-norte provincial, con mermas que oscilan entre 120 a 159 milímetros. Por otra parte, se detectan pequeños sectores aislados donde el déficit de la precipitación se posiciona entre 60 a 99 milímetros, según un informe oficial de la Bolsa de Cereales.
En cuanto a los cultivos, el maíz de primera en Entre Ríos es el más afectado por el pulso seco instalado en toda la región. El área implantada con maíz de primera en el ciclo 2021/22 se ubica alrededor de 405.000 hectáreas en la provincia. Las muy escasas precipitaciones del mes de diciembre asociadas a las elevadas temperaturas han puesto en jaque al cultivo, ya que generaron un ambiente muy hostil que coincidió con su período crítico (más de 15 días de la floración).

Según el Sistema de Información de la Bolsa de Cereales, la condición general del maíz, es muy buena solo en 1%; buena en 19%; mientras que regular 49%y mala 31%.

Por el déficit hídrico, sería el segundo rendimiento más bajo de las últimos 20 años.

En cuanto a la condición del cultivo de soja de primera a nivel provincial, que se encuentra entre estado vegetativo (V6) e inicios de floración (R1) se presenta muy buena 4%; buena 50%; regular 40% y mala 6%.

Al comparar la condición del cultivo actual con las últimas tres campañas en similar fecha, el reporte semanal indica que se ve claramente que la soja de primera se encuentra en su peor escenario.

A raíz de la fuerte sequía, la Mesa de Enlace se reunió este lunes con el gerente general del Banco de Entre Ríos, Miguel Malatesta. Fue luego del encuentro de días atrás con el ministro de Economía, Hugo Ballay.

Aportaron que más allá de las escasas lluvias producidas en algunos puntos de la provincia, la situación sigue siendo crítica para muchos cultivos y actividades agropecuarias en Entre Ríos, en especial el maíz, la soja, las pasturas implantadas y los campos naturales, como así también para la forestación y la citricultura.

Es por ello que desde la Mesa de Enlace se le planteó a Malatesta la necesidad de disponer líneas crediticias que ayuden a paliar esta realidad, en el presente y en el futuro, a través de refinanciaciones de pasivos o capital de trabajo a tasas viables para los productores. Por otra parte, se le preguntó si hubo algún contacto de las autoridades nacionales relacionado a la instrumentación de los créditos ganaderos anunciados recientemente (por el Ministerio de Agricultura de la Nación, 100 mil millones). Por último, se le trasladó la necesidad de que el Banco continúe manteniendo sucursales y atención personalizada en todos los departamentos de nuestra provincia.

Según los productores, Miguel Malatesta expresó que el banco tiene disponibles 2.500 millones de pesos (aproximadamente) a tasas bonificadas que contemplan gran parte de las actividades agropecuarias. Asimismo, que la entidad bancaria está atenta a las dificultades de sus clientes y abierta a tratar los casos que se le presenten. También que en el caso de que se declare la emergencia agropecuaria trabajará junto a la provincia para desarrollar nuevos instrumentos financieros. En cuanto a los créditos nacionales para la ganadería, comentó que hasta el momento no ha tenido ningún contacto. Asistieron al encuentro Edgardo Schneider (Fedeco), Juan Diego Etchevehere (SRA), Nicasio Tito (Farer) y Alfredo Bel (FAA).

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