En Crespo, las niñas presentan más vulnerabilidad al consumo de sustancias
La percepción de la incidencia y los efectos de las adicciones en la sociedad es habitualmente sesgada por los indicadores que cada uno incluye al momento de hacer la ponderación. Así se alcanzan apreciaciones subjetivas sujetas a lo que cada evaluador conoce. Sin embargo, la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (SEDRONAR) que coordina el programa nacional “Municipios en Acción”, propuso, guió y está analizando una amplia encuesta que recoge el testimonio -anónimo y confidencial- de la población involucrada y/o en riesgo: pre-adolescentes y adolescentes, quienes respondieron desde su lugar de débiles protagonistas de la problemática. Las políticas públicas que se desarrollen serán efectivas cuanto más se acerque a la realidad la información con que se cuente de la situación a resolver. Asimismo, las acciones requieren del compromiso de todos los sectores sociales, ya que las adicciones son un fenómeno complejo, que indefectiblemente debe ser abordado en forma multidisciplinaria.
Crespo ya cuenta con datos cuantitativos para analizar. En la noche del lunes, referentes del SEDRONAR estuvieron en el edificio NIDO encabezando la presentación preliminar del informe epidemiológico realizado en esta ciudad entre noviembre y diciembre del 2017. Se trata de un estudio mediante el cual se encuestó a 233 alumnos del nivel secundario (primero, cuarto y quinto año), en su gran mayoría de establecimientos privados y un cupo menor de matriculados en escuelas públicas. La muestra refiere entonces a respuestas brindadas por chicos/as de 12, 13, 16 y 17 años, siendo prácticamente equivalente la cantidad de mujeres y varones incluidos.
Muchos de los resultados obtenidos echan por tierra los prejuicios y mitos, al tiempo que algunas circunstancias constituyen una particularidad de esta localidad y se contraponen con la media nacional o provincial:
El vínculo filial materno se presenta como el más fuerte para los pre-adolescentes y adolescentes, aunque un número no menor opta por aislarse. Puntualmente se les preguntó ¿Con quién hablás cuando tenés un problema? Entre las primeras respuestas aparecieron: con la mamá un 40%, con amigos un 23% y con nadie un 12%.
En general, la mayoría piensa que se consumen sustancias ilegales por problemas personales, en tanto que la ingesta de alcohol está asociada al placer.
A la hora de generar un ranking respecto de la facilidad para acceder en esta ciudad a sustancias, los encuestados colocaron en un primer nivel a la marihuana con un 27%; seguida de un 13% para los psicofármacos; 12% cocaína; 7% alucinógenos e igual porcentaje éxtasis, entre otros.
En relación al consumo, las niñas -dada su edad-, serían el grupo poblacional con mayor necesidad de un acompañamiento y refuerzo de las medidas de prevención. La edad promedio de inicio en el consumo de tabaco y de psicofármacos es a los 14 años, aunque la prevalencia en el tiempo (al comparar la cantidad de consumo en un determinado período de tiempo) es superior en las mujeres. La edad promedio de inicio en el alcohol es a los 13 años, con un 69% de prevalencia en las chicas contra un 66% en los chicos. Surge que el inicio promedio en el consumo de marihuana es a los 15 años, con una prevalencia en las mujeres, destacándose que éstas han ingerido éxtasis y alucinógenos, sustancias que no aparecen en el consumo de los varones.
Analizando sólo el consumo en el último mes, se desprende que el 40.3% de las mujeres y el 38.4% de los varones encuestados ingirió alcohol. El 11.8% de mujeres y el 8% de varones sostuvo haber consumido tabaco. El 4.2% de mujeres y el 0.9% de los varones afirmó haber consumido marihuana.
En el imaginario colectivo suele asociarse a los divertimentos nocturnos o espacios públicos con las prácticas potencialmente adictivas, lejos de una mirada responsable. Sin embargo, por lo expresado por los pre-adolescentes y adolescentes, el consumo se produce en ámbitos cerrados y con la presencia de adultos. Considerando el último mes, el 19% afirmó que ingirió alcohol o sustancias psicoactivas en su propia casa. Igual porcentaje en la casa de un amigo. El 18% lo hizo en fiestas de 15 años o casamientos. Un 8% en el boliche y un 7% en la calle.
El alcohol es una bebida casi naturalizada en la sociedad, pese a las múltiples consecuencias negativas que puede generar. Ese concepto baja a las nuevas generaciones, al punto que de los 91 alumnos secundarios que afirmó consumir alcohol, se desprende que un 3% ingiere bebidas fuertes en forma diaria, un 9% toma todos los días cerveza y un 6% bebe diariamente vino. La frecuencia de ingesta aumenta al evaluar los fines de semana, período en que el 75% toma bebidas fuertes, un 45% bebe cerveza y un 30% elige el vino. Los días hábiles no escapan a la ocasión de consumir alcohol: un 11% lo hace con bebidas fuertes, un 19% cerveza y un 21% vino.
El 41% de los encuestados indicó olvidarse lo que hizo bajo los efectos del alcohol, lo que deja al descubierto su riesgo en múltiples planos, además de las secuelas orgánicas: accidentes de tránsito, embarazo no deseado, contagio de enfermedades de transmisión sexual, incidentes por el aumento de reacciones violentas, entre otras.
Un amplio abanico de sustancias legales e ilegales tientan a los pre-adolescentes y adolescentes, aunque el 81% dijo no estar preocupado por el propio consumo y sólo un 13% respondió afirmativamente.
Desde la Municipalidad de Crespo se vienen desarrollando actividades planificadas desde la prevención tanto con los niños y adolescentes, como con sus ámbitos habituales como escuelas y clubes. Sin embargo, un eje más será abarcado. La oportunidad fue propicia para que desde el Área de Adicciones del municipio, se anticipe la pronta realización del Taller “Padres en Acción”, el cual tendrá como objetivos reconocer estilos propios de crianza, potenciar habilidades para fortalecer el vínculo, mejorar la comunicación emocional, de acuerdo a sus características propias a la edad. De hecho, los encuentros concluirían con la presencia de un profesional, especialista en las condiciones particulares del cerebro adolescente. Los módulos temáticos programados son: Límites, demostración de amor y responsabilidad; comunicación activa con hijos; “Desenredémonos” Padres y redes sociales; y Tengo un hijo adolescente.