La carga tributaria indirecta sobre el consumo de nafta súper en Argentina sigue siendo un componente clave del precio final que pagan los consumidores, aunque ha mostrado variaciones significativas en los últimos años. Un informe reciente del IARAF revela que, para noviembre de 2024, el peso de los impuestos sobre la nafta súper alcanza el 55% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y el 56% en el interior del país, cifras que, aunque elevadas, son inferiores a las registradas en 2018.
Cuánto pesan los impuestos en el precio de los combustibles
Disminución de la carga tributaria desde 2018
En CABA, la carga tributaria sobre el valor neto de la nafta era del 78% en 2018, mientras que en noviembre de 2024 se sitúa en 55,2%, lo que implica una caída del 29%. De manera similar, en el interior del país pasó del 69% en 2018 al 56% actual, representando una disminución del 19%. Estas reducciones reflejan principalmente cambios en los tributos nacionales, especialmente en los impuestos fijos como el Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC).
Durante 2023, la carga tributaria indirecta disminuyó debido al congelamiento del valor nominal de los impuestos fijos en un contexto de inflación creciente. Sin embargo, en 2024, con la actualización de estos valores, los impuestos recuperaron parte del terreno perdido. En abril de 2024, el gobierno implementó un aumento en el monto nominal del impuesto fijo, situándolo en $203,7 por litro, lo que representa una caída del 47% en términos reales respecto de marzo de 2018, publicó Ámbito.
En el análisis comparativo entre CABA y el interior del país, surgen diferencias importantes. Los consumidores del interior deben hacer frente a una mayor carga tributaria, ya que, además de los tributos nacionales y provinciales, enfrentan la denominada “Tasa Vial” o “Tasa por mantenimiento de la red vial”, que representa un 2% adicional sobre el precio neto de venta en muchas localidades.
Combustibles: evolución de los impuestos en CABA
En la Ciudad de Buenos Aires, la carga tributaria indirecta sobre el precio final de la nafta cayó del 44% en 2018 al 35,6% en noviembre de 2024. Dentro de la estructura de impuestos, el ICL pasó de representar el 63% de la carga tributaria en 2018 al 50% en 2024, mientras que el IVA y otros tributos como el impuesto sobre los débitos y créditos bancarios mantuvieron participaciones estables.
En el interior, el impacto fiscal sobre el precio final también se redujo, pasando del 41% en 2018 al 36% en 2024. No obstante, se observa un ligero aumento en la incidencia de los tributos municipales debido a la implementación de la Tasa Vial en algunos distritos.
El ICL continúa siendo el tributo con mayor peso en la carga fiscal, aunque su participación ha disminuido en todas las regiones. En CABA, representaba el 49% de la carga tributaria en 2018, mientras que en 2024 es del 27,5%. En el interior, pasó del 39% al 25,5% en el mismo periodo.
La carga tributaria indirecta sigue siendo un factor determinante en el precio de los combustibles en Argentina. Aunque se ha reducido en términos relativos desde 2018, el impacto fiscal continúa siendo elevado en comparación con otros países de la región.
Según el IARAF, este panorama refleja la importancia de las políticas fiscales en la configuración del precio de los combustibles y su impacto en los consumidores. Las decisiones futuras sobre la actualización de impuestos y la incorporación de nuevos tributos determinarán cómo evolucionará la carga tributaria en los próximos años.