Grave: El bullying se trasladó del ámbito escolar a la puerta de su casa
A pocas horas de viralizarse un profundo pedido de reflexión social sobre la problemática del acoso escolar en Crespo, otro caso de particular complejidad, refuerza la necesidad de abordar la situación en forma generalizada y no como meros hechos aislados.
El primer testimonio publicado por FM Estación Plus Crespo, no sólo cosechó empatía para con quienes atraviesan estas duras vivencias, sino que animó a más vecinos a expresar los padecimientos diarios que afrontan en este sentido.
En diálogo con FM Estación Plus Crespo, una mamá de la ciudad, precisó las circunstancias que han llevado a su hija a sostener un tratamiento psicológico, siendo las herramientas del consultorio ya insuficientes, en tanto y en cuanto los esfuerzos de solución y superación de estas desagradables vivencias, recaigan sólo en la víctima. En tal sentido, contó: "Notamos cambios en su comportamiento, como dejar de comer, empezar a usar una vincha que por ningún motivo quería sacársela, pidió no ir más en bicicleta a la escuela y prácticamente no quería salir de casa. Hasta que conversando esta preocupación, nos muestra que compañeros de la escuela habían hecho stickers de WhatsApp con su rostro y la leyenda de 'gorda', 'frentuda', lo cual estaba directamente relacionado a esas actitudes que adoptó de repente".
La situación es protagonizada por adolescentes de entre 12 y 13 años. "Ella tiene una personalidad que no busca confrontar, al contrario, no se defiende para no generar momentos incómodos. De hecho, no quería que fuese a la escuela. Se crió en un contexto tranquilo, con buen diálogo, de mucho respeto", dijo la mujer, al caracterizar a su hija.
"Acudí a la escuela en dos oportunidades. La primera vez prácticamente no tuve eco del planteo, me dijeron que no saben quiénes lo hacen. Luego fui con los nombres, porque los propios chicos conocen esto y tampoco tuve una respuesta concreta o solución", comentó la madre.
El bullying fue en escalada y la preocupación se convirtió en una angustia para toda la familia: "Mi trabajo es en el turno noche y cuando me estaba preparando para irme -cerca de las 21:00-, escuchamos que en el frente de casa gritan 'gorda', 'rusa hueca', y otras descalificaciones. Alcancé a ver siluetas de chicos en bicicleta. Las burlas le han provocado una crisis, de hecho la psicóloga que la atiende me ha puesto en alerta. Es insostenible. Hay expresiones de mi hija que me preocupan mucho, porque en estos días me ha manifestado que se quiere matar. Es tremendo escuchar eso. Es hora de hablarlo así, sino no se dimensiona y nos lamentamos cuando es tarde".
Demostrando fortaleza y comprometida por atender la causa que aqueja a la adolescente, la señora activó otras vías: "Estuve averiguando por lugares en otra escuela, para cambiarla; pero también decidí que tengo que hacer algo más y llevé el caso a la policía, las autoridades municipales y del Juzgado. En todos los lugares me han atendido muy bien, estoy agradecida y espero que se solucione y pronto sea un mal recuerdo", anheló.