Un hombre y una mujer que promedian los 80 años de edad y constituyen un matrimonio, radicado en el Ejido de Viale –sobre un camino vecinal cercano a la conexión con Ruta 32-, se convirtieron desde su actitud solidaria en rehenes de un victimario, que junto a su pareja, les han hecho pasar sus peores días.

El Jefe de la División Robos y Hurtos, Carlos Schmunk, precisó a FM Estación Plus Crespo, que hasta la delegación a su cargo llegó recientemente una persona que los puso en conocimiento de la situación. Al respecto, explicó que “hace 6 años, una persona se presentó en el campo de las víctimas pidiendo trabajo y algún lugar para pernoctar, ya que carecían de vivienda. El matrimonio accedió a brindarle ambas posibilidades, edificándole una vivienda, con los servicios esenciales y también Internet. Además, con animales y frutos que les cedieron, le garantizaron una buena alimentación o la posibilidad de que comience a producir. Así se entabló un vínculo de confianza, ameno y hasta de afecto por parte de los abuelos hacia el denunciado; a tal punto que dada la salud y la edad de ellos, le propusieron que se quede a convivir y cuidarlos, por lo cual al aceptar le donaron 19 hectáreas con usufructo”.

Pronto las cosas cambiaron y para mal. “El hombre ayudado y su pareja se encargaron de la administración de buena parte de los recursos económicos de los adultos mayores. Con su tarjeta de débito comenzaron a percibir sus haberes jubilatorios, dinero que nunca le entregaron a lo largo de los últimos 3 años. Asimismo, realizaba compras de combustible con ese medio de pago. Los abuelos cuentan con más de 100 hectáreas en su patrimonio. Había un acuerdo de dividir en un 50% las ganancias, cosa que jamás ocurrió.  Con engaños, hicieron que el propietario del establecimiento rural realice inversiones, como la compra de una camioneta Toyota Hilux, que fue registrada a nombre del denunciado. También se apoderó ilegítimamente de un tractor Massey Ferguson y una arrolladora Maynero. A la pareja sospechada se le endilga también la faltante de animales y hechos de faena porcina, que sufrieron los esposos”, informó Schmunk.

No conforme con los abusos económicos, fueron por más. Lamentando las circunstancias que han vivido, el Jefe de Robos y Hurtos comentó: “Les infundieron temor y obviamente se enfermaron. De acuerdo a la denuncia y la investigación, comenzaron a ser amenazados con escopetas, con la intención de que abandonen el establecimiento rural. Los abuelos sufrieron una importante pérdida de peso, pese a que la atención de los mismos era parte del acuerdo entablado y plasmado”.

Por fortuna, el matrimonio pudo contactar a una persona lejana, pero de su entorno y hacerle saber la cruda realidad que atravesaban. Ello derivó en el procedimiento que se efectuó en la mañana de este sábado, sobre lo cual Schmunk sostuvo: “La denuncia y la investigación practicada derivaron en un informe presentado al fiscal Martín Abrahan, quien tramitó ante el Juzgado de Garantías Nº 5, de la Dra. Paola Firpo, la orden de allanamiento requerida. Se llegó al lugar con una dotación suficiente para cumplimentar el procedimiento, que en principio fue entorpecido por las personas denunciadas y que se encontraban en la morada, rehusándose a aceptar la realización de la medida. Puntualmente la esposa del hombre acusado recibió al personal policial con un cuchillo, manifestando improperios y pretendiendo amedrentarlos. De hecho, los efectivos advirtieron la existencia de dos armas de fuego sobre una mesa, en circunstancias en que la moradora se abalanza sobre quienes se aprestaban a desarrollar el procedimiento. Ante ello, esta señora fue demorada. Un actitud similar tuvo su pareja al llegar a la vivienda rural, quien también se oponía a la requisa domiciliaria, siendo en consecuencia demorado”.

La exhaustiva búsqueda de los pesquisas dieron sus frutos. Se secuestró: una carabina calibre .22 con cartuchería apta para disparar; una escopeta calibre .16 y un aire comprimido, como así también municiones de las mismas y dos cajas de cartuchos; una camioneta Toyota Hilux, color blanca; una arrolladora; un tractor; la tarjeta de cobro del dueño de casa; tikets de cobro y compras, junto a demás documentación de interés.

“Por disposición de la Unidad Fiscal de Investigación y Litigación, la pareja denunciada y que pretendió obstruir el cumplimiento de la medida judicial, fue detenida y trasladada a Alcaidía de Tribunales. Los mismos quedaron sujetos a las nuevas actuaciones instruidas por los supuestos delitos de Tenencia y Portación Ilegal de armas de fuego, y Resistencia a la Autoridad”, indicó Schmunk, al tiempo que resaltó que “se han dispuesto medidas cautelares de restricción hacia los imputados y en resguardo de la integridad física y psicológica de las víctimas. Asimismo, las maquinarias le fueron restituidas como depositario judicial”.

Sólo el destino sabe lo que hubiera sido el futuro de estos abuelos, si no hubiese aparecido la persona que se comprometió a denunciar y una División especializada que intervino a la altura de las circunstancias.