Cantar el “Gloria Victoria”: la tradición de San Juan que aún vive en la memoria de Crespo. VIDEO

Crespo24 de junio de 2025 Por Estación Plus Crespo
En la víspera de San Juan Bautista, Armando Reisenauer rememoró con emoción en diálogo con FM Estación Plus Crespo una de las tradiciones más arraigadas entre los descendientes de Alemanes del Volga: salir por los barrios a cantar el “Gloria Victoria” en homenaje a quienes llevan el nombre del santo.

Día de San Juan en Crespo (1)Costumbre tradicional de los descendientes de alemanes de Crespo de cantar el “Gloria Victoria” en la previa del día de San Juan, como homenaje a los “Juanes” amigos. Material grabado el 23 de Junio de 2016

Una costumbre popular, comunitaria y profundamente devocional que marcó generaciones en la ciudad de Crespo y que hoy sobrevive en los recuerdos de quienes la vivieron.

La ciudad de Crespo, profundamente marcada por la inmigración de los Alemanes del Volga, aún conserva en su memoria colectiva algunas tradiciones entrañables que, si bien hoy son menos practicadas, aún laten en el recuerdo de sus protagonistas. Una de ellas es la costumbre de salir a cantar el “Gloria Victoria” en la víspera de la festividad de San Juan Bautista, una celebración popular cargada de devoción, alegría y fraternidad.

Armando Reisenauer

Armando Reisenauer, uno de los protagonistas durante décadas de esas costumbres, compartió sus recuerdos con FM Estación Plus Crespo. Sus palabras revelan la emotividad de aquellas noches que supieron llenar las calles de canto y comunidad. “Las recuerdo con mucha nostalgia”, confiesa al evocar su juventud. “Los años fueron pasando, entonces uno ya no tiene esa gana de salir... pero si hay uno que arranca, nos prendemos todos”.

Una tradición de aldea y comunidad

El “Gloria Victoria” es un canto tradicional con el que se homenajeaba, durante la víspera de su onomástico, a quienes llevan el nombre de Juan (por San Juan Bautista 24 de Junio), o Pedro, o Pablo (San Pedro y San Pablo 29 de Junio). Si bien cada aldea de descendientes alemanes del Volga tenía su versión particular, en Crespo la costumbre fue muy marcada y participativa. “Cada aldea tenía pequeñas diferencias, pero el sentido era el mismo”, relata Reisenauer. “En Crespo teníamos nuestra forma de cantar, distinta de otras aldeas, pero siempre con el mismo objetivo: rendir homenaje”.

Preparativos para comenzar la recorrida, imagen tomada por Estación Plus Crespo el 23 de junio de 2016

Los recuerdos de Armando se remontan al año 1960, cuando se trasladó con su familia del campo a la ciudad. “En el campo no se conocía esta costumbre. Pero cuando papá vino y abrió el bar acá en Barrio San José, se empezaron a juntar los parroquianos, y fue ahí que comencé a conocer esta tradición. Salían dos o tres grupos por noche, porque había muchos Juanes y Pedros que visitar. Se dividían por barrios: Azul, zona del tanque de Agua Corriente, el centro... donde hubiera uno, ahí se iba”.

Imagen tomada por Estación Plus Crespo el 23 de junio de 2016

"Cada aldea tenía pequeñas diferencias en la forma de cantarlo, pero el sentido era el mismo”, relata Reisenauer

Canto, emoción……. y picadas

La escena era sencilla, pero potente en su significado. Se golpeaba la puerta o se tocaba el timbre, se gritaba “¡Viva San Juan!” o “¡Viva San Pedro!” y comenzaba el canto. 

“A veces el dueño de casa abría la puerta y nos recibía en el frente, otras veces se entraba. Muchos te esperaban con algo para ofrecer: empanadas, alguna comidita rápida, unos salames... y para enjuagar la empanada, algo para tomar. Cerveza, vino, algún licor. Y claro, no se podía rechazar”.

Picada y bebidas en uno de los domicilios, imagen tomada por Estación Plus Crespo el 23 de junio de 2016

Más allá de lo festivo, el canto era una verdadera súplica, hecha con devoción. “En la primera estrofa se pedía que el homenajeado viva muchos años; en la segunda, que tenga una muerte digna; en la tercera, que su alma herede el cielo. Luego se pedía algo para compartir, y finalmente se agradecía”. 

Incluso, recuerda Armando, se cantó en muchas ocasiones en el cementerio: “Alguna familia pedía que se cante una estrofa por un fallecido. Era algo muy sentido. Muy difícil de explicar”.

"Más allá de lo festivo, el canto era una verdadera súplica, hecha con devoción".

Una práctica popular, no parroquial

Aunque podría suponerse que era una actividad impulsada desde la parroquia, Reisenauer aclara que se trataba de una costumbre popular: “No, no era parte de la parroquia. Entraban todos los que querían. A veces se visitaba al sacerdote si era del nombre, pero esto era de la comunidad. De la gente”.

Los niños y jóvenes también acompañaban. “Mis nietos, cuando eran chicos, salían conmigo. Pero después se va perdiendo. A veces uno siente que fuimos malos docentes, que no supimos transmitirlo”.

El paso del tiempo, sin embargo, también tiene su lógica. Como reflexiona Reisenauer: “Los chicos van adoptando otras costumbres. Como pasa con mis hijos: una es profesora de alemán, pero los otros dos ni siquiera lo hablan. Se va desvaneciendo todo”.

Imagen tomada por Estación Plus Crespo el 23 de junio de 2016

¿Y las fogatas de San Juan?

Consultado por otra tradición típica de la noche de San Juan, como las fogatas, Armando fue claro: “Eso es propio de otras costumbres, no de la de los Alemanes del Volga. Tal vez en otras culturas sí. Como pasa con la caña con ruda del primero de agosto. Eso no es nuestro, pero igual se hace”.

Imagen tomada por Estación Plus Crespo el 23 de junio de 2016

“En Crespo teníamos nuestra forma de cantar, distinta de otras aldeas, pero siempre con el mismo objetivo: rendir homenaje”, recuerda Reisenauer.

El canto que aún resuena

Las palabras de Reisenauer tienen el valor de mantener viva la historia oral de una tradición que marcó la identidad de Crespo. En la víspera de San Juan Bautista, aunque ya no se escuche masivamente el canto del “Gloria Victoria”, su eco persiste en la memoria de quienes lo vivieron.

“Esta noche tendríamos que salir”, dice, con una mezcla de melancolía y orgullo. Y en ese decir, hay más que una evocación: hay una invitación a no olvidar.

Un pedacito de historia

Las imágenes de video y fotografía que acompañan esta publicación, fueron grabadas el 23 de junio de 2016 en una de las tantas recorridas que un grupo de vecinos y allegados realizaban para mantener viva esta costumbre. Se puede advertir la llegada a la casa parroquial “San José”, para cantarle al entonces párroco Juan Franck, en el día de su santo, y posteriormente la visita a otros vecinos de Crespo. 

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