El sacerdote de la Parroquia Nuestra Sra. del Rosario, Rubén Schmidt, ratificó que "a partir de la reciente disposición provincial, se podrá congregar personas hasta el 50% de la capacidad de la Iglesia, con lo cual mayor cantidad de gente podrá participar de las celebraciones".

El religioso sostuvo que "es razonable la ampliación del aforo, porque quienes asisten pueden garantizar su distanciamiento respecto de las demás personas, ya que no están en circulación, sino que llegan, se ubican y están activamente participando desde sus lugares. La gente sólo se moviliza para comulgar, unos breves minutos y manteniendo la distancia".

El Padre Rubén reflexionó acerca del impacto que esta medida tendría en la población: "Fortalecer el aspecto espiritual ayuda a sobrellevar las preocupaciones psicológicas, porque está directamente vinculado al humano, que no es sólo un cuerpo. Cada vez más se replican expresiones de autoridades que recién ahora reconocen o se dan cuenta que la fe contribuye. Son efectos lógicos y se tienen que ir dando permisos. Un mayor aforo va a ayudar a curar secuelas de esta pandemia, porque acercan a las personas que están pasando un momento complicado hacia su fe, su creencia de esperanza y contención", aseguró.