En la parroquia Nuestra Señora del Rosario, tal como estaba previsto, la Santa Misa se llevó a cabo el sábado a las 16:00. Tras la ceremonia religiosa, y gracias a que el clima acompañó, se realizó la tradicional procesión por las calles aledañas al templo.

Con un marco significativo de fieles, sobre todo muchos niños, la comunidad recorrió en oración las calles cercanas, manifestando públicamente su fe y devoción a la presencia real de Cristo en la Eucaristía. La celebración se desarrolló con solemnidad, destacándose la participación de familias, niños y jóvenes.

Asimismo, en la parroquia San José también se llevaron a cabo celebraciones propias de la festividad, renovando el compromiso espiritual de sus comunidades en torno al Cuerpo y la Sangre de Cristo.