La mujer tiene 83 años y fue víctima de un brutal ataque en un establecimiento rural cercano a María Grande Segunda. 

Delincuentes en motocicletas se acercaron a la casa pidiendo un inflador de aire para los neumáticos. La mujer les facilitó uno y a los pocos minutos los hombres se marcharon, pero antes de hacerlo preguntaron por el hijo de la dueña de la casa. La anciana les dijo que trabajaba a varios kilómetros de distancia y que regresaría más tarde. 

Los delincuentes se retiraron y regresaron unos minutos después. Una vez que entraron a la casa, comenzaron a pedirle que les entregara su dinero y objetos de valor. La anciana entregó cerca de medio millón de pesos. 

Insatisfechos con lo que ella dio, los perpetradores la golpearon brutalmente y la ataron con precintos.

Se cree que la mujer estuvo inmovilizada y herida durante varias horas, hasta que su hijo regresó del trabajo. Sufrió heridas cortantes en los brazos y debió ser trasladarla al hospital de María Grande. 
Se presentó una denuncia policial en la comisaría de María Grande.