El proyecto de ordenanza ingresó en la última sesión y sostiene que “resulta necesario contar con un instrumento legal formal que prevea el funcionamiento, lugares de instalación y emplazamiento, expendio de alimentos preparados, régimen de penalidades y tratamiento impositivo de la actividad”. Sabido es que la ciudad de Santa Fe es un espacio pionero en este tipo de explotación comercial, por lo que el modelo normativo de aquella localidad ha sido tomado de referencia para los nuevos criterios a nivel local.

En el último período, el Concejo Deliberante recibió varios pedidos de autorización para que proyectos de este estilo puedan funcionar. Los mismos serán viables, en la medida en que se ajusten a las nuevas condiciones a aprobarse. Asimismo, -en caso de aprobarse-, aquellos carribares que están habilitados actualmente, tendrán un período de adaptación para ajustarse a la futura ordenanza.

Entre los conceptos detallados, los cuales se encuentran sujetos a debate, se encuentran: tipos de permisos con sus respectivas características, requisitos para la habilitación, delimitación de la ubicación, exigencias respecto del puesto instalado y de las condiciones de almacenamiento y expendio, listado de mercaderías permitidas, responsabilidades, prohibiciones, montos a pagar por la ocupación del dominio público, penas por incumplimientos, entre otros aspectos.